Por: Roberto Morejón
Ante la tragedia natural sufrida por los peruanos, Cuba y otros países les ofrecieron asistencia como corresponde a naciones hermanas. Cuba brindó a Perú el envío de una brigada médica para ayudar a la población afectada por las torrenciales lluvias, como parte del evento Niño costero.
El colectivo estaría integrado por personal especializado en el enfrentamiento a desastres y graves epidemias, del contingente Internacional Henry Reeve, y permanecería en tierras peruanas por un mes.
La Organización Mundial de la Salud otorgó el Premio de Salud Pública a ese contingente médico en enero pasado.
De esa forma reconoció a esa brigada, constituida en La Habana en 2005, porque en su trayectoria reportó hasta el cierre de 2016 la prestación de servicios de siete mil 254 colaboradores en 19 naciones.
Ante la crisis creada por el fenómeno meteorológico en Perú, el presidente cubano, Raúl Castro, envió un mensaje de solidaridad a su homólogo Pedro Pablo Kuczynski.
Como recuerdan ambos pueblos, existe una fuerte tradición de asistencia entre cubanos y peruanos.
Cuba apoyó a Perú en situaciones de desastres naturales o crisis sanitaria.
Un gran realce tuvo la primera brigada médica que llegó con plasma de 100 mil donaciones masivas, encabezadas por el entonces jefe de Estado cubano, Fidel Castro, tras el terremoto de mayo de 1970.
Una misión de médicos del archipiélago caribeño arribó al país sudamericano luego que otro sismo castigara en agosto de 2007 a la sureña región de Ica.
Ese colectivo trabajó en 11 regiones del país y atendió a 200 mil afectados.
Ahora, con motivo de las intensas y prolongadas lluvias y los deslizamientos de lodo, bomberos españoles, alimentos de Paraguay y dos aviones venezolanos con medicamentos y productos NO perecederos figuran entre los primeros auxilios.
La comunidad internacional toma nota de los efectos de lo que expertos califican como uno de los mayores desastres naturales en Perú en medio siglo.
Suman 90 los muertos, 347 los heridos y 20 desaparecidos, más de 14 mil viviendas colapsadas, casi 121 mil damnificados y perjuicios a la agricultura por los campos anegados.
Los daños se reportan principalmente en la zona norte de Perú y en 20 de las 25 regiones que conforman al país sudamericano, incluyendo costa, sierra, selva y ciudades.
Para el futuro, los peruanos deberán priorizar la construcción de defensas en las márgenes de los ríos y la reubicación de barrios enteros.
Por el momento, la principal atención del gobierno está en el reparto de agua y alimentos, así como la instalación de centros de refugio temporal, aunque las amenazas están latentes.
El servicio de meteorología prevé que las lluvias amainen solo a mediados de abril.
