por Roberto Morejón
Con el reconocimiento a los más destacados y jornadas vinculadas con la historia prefirieron evocar las nuevas generaciones de cubanos los aniversarios 55 de la Unión de Jóvenes Comunistas y 56 de la Organización de Pioneros José Martí.
Una de las iniciativas más emotivas fue la entrega de la Bandera de Honor de la UJC a la Unidad de Guardia de Honor al Héroe Nacional José Martí y al líder histórico Fidel Castro, cuyos restos reposan en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
La Unión de Jóvenes Comunistas está relacionada con el devenir revolucionario, pues surgió en 1962 como resultado de la unidad de los más bisoños después del triunfo de la Revolución.
Su predecesora, la Asociación de Jóvenes Rebeldes, agrupó a adolescentes de las capas más humildes, bajo el apadrinamiento del Ejército Rebelde, y después amplió su membresía.
Con la herencia patriótica y la fuerte voluntad de la referida Asociación despegó la Unión de Jóvenes Comunistas.
Las movilizaciones a la agricultura, alfabetización, misiones internacionalistas y médicas así como el enfrentamiento al bloqueo de Estados Unidos, contaron con los integrantes de la Asociación de Jóvenes Rebeldes o la Unión de Jóvenes Comunistas.
Puede afirmarse que la juventud cubana se mantuvo como protagonista de las tareas del proyecto revolucionario cubano.
La Unión de Jóvenes Comunistas del presente asume el compromiso de perfeccionar la obra revolucionaria sin renunciar a los principios y se adapta a las características de los nuevos tiempos.
Quedó atrás la etapa en que se circunscribía a atender a sus afiliados como organización selectiva y hoy el horizonte se amplió a todos los jóvenes.
Por eso las organizaciones de base le preguntan a militantes o no sobre cómo vislumbran a la Unión de Jóvenes Comunistas del presente y el futuro inmediato.
El debate está abierto y no son pocos los que votan por una colectividad más atractiva, con mayor nivel de convocatoria, vinculada a las nuevas tecnologías.
Tanto en las filas de las generaciones más noveles hasta las de adultos se escuchan voces sugiriendo una acción más persuasiva y sabia de la Unión de Jóvenes Comunistas con aquellos segmentos con conductas impropias.
Los jóvenes forjados en la colectividad vanguardia podrán hacer mucho para promover valores humanos esenciales y conversar e inducir a un cambio a los permeados por la superficialidad y el consumismo, pregonados por el capitalismo.
Si bien se considera que la Unión de Jóvenes Comunistas se fortalece por el trabajo de su dirección, todavía tiene grandes retos por desentrañar y para lograrlo deberá trabajar duro, con responsabilidad, sin perder la frescura y poder de convocatoria.