Por Arnaldo Musa

En España se hace perentoria la necesidad de hijos que piensen diferente, venzan al hastío reinante, y que no sé si podrán ayudar a surgir este intento de renovación de un Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que, en un tiempo, constituyó la esperanza de cambio entre una vieja época franquista y una nueva en la que, lamentablemente, perduran ecos de la anterior, como un lastre incapaz de impedir que herederos del pasado tengan el poder en sus manos.

Como una salida a esta actualidad nacional, en la que un presidente, Mariano Rajoy, tiene que responder personalmente ante uno de los escándalos de corrupción de su Partido  Popular –a sus adeptos le llaman “populares”-, es la vuelta a la cabeza del PSOE de su anterior secretario general, Pedro Sánchez, quien había renunciado para no verse envuelto en la devolución de la principal investidura de la nación a Rajoy.

Ahora, en esa nación fracturada y contradictoria, ya Sánchez maniobra para un posible acuerdo con Podemos, una fuerza de izquierda por la que vota la mayoría de los jóvenes  Antes, no pudo llegar a nada concreto y, antes de renunciar, advirtió a los magnates del partido que un regreso suyo ayudará a que los nuevos hijos de la nación constituyan una flamante España.
               
Por eso ganó arrolladoramente los comicios internos de la agrupación titulada socialista, derrotando a los candidatos de los barones de la agrupación y denunciando como todas las vacilaciones han ayudado al PP a mantenerse en la cima, pese a ser un símbolo de la corrupción y los recortes en esta época de Rajoy.

Sánchez tiene ahora la dura tarea de fortalecer a un PSOE que ha ido perdiendo peso, por lo cual tiene la necesidad de aliarse a las fuerzas progresistas y hacer valer un discurso valedero para sacar a millones de españoles del ostracismo en que se ven condenados a vivir.

Dura tarea la de Sánchez

Como todos conocemos, España tuvo casi un año, más de diez meses, con un gobierno provisional que celebró dos elecciones generales, tras las cuales ningún candidato consiguió ser investido presidente por una incapacidad para pactar entre los partidos que derivó en falta de apoyo parlamentario al candidato vencedor, Mariano Rajoy.

Solo el “cambio de casaca del PSOE” y el apoyo de otra agrupación derechista, Ciudadanos hizo valer la vuelta de Rajoy a la presidencia, en la que ha seguido con su anterior política de recortes a los gastos sociales, en tanto figuras de su partido se ven envueltas en casos de corrupción, en uno de los cuales, como ya informamos, Rajoy tendrá que asistir personalmente a los tribunales como una persona sin privilegios, aparentemente.

La victoria incontestable de Pedro Sánchez ha traspasado fronteras. Pero no todos los medios de comunicación lo ven con buenos ojos. Mientras varios diarios franceses se rinden al nuevo Secretario General del PSOE, otros, como el norteamericano Bloomberg, alertan de su regreso.

"Su victoria avisa de un incremento de las hostilidades contra Rajoy", apunta el diario económico, que pone de relieve que la estrategia de Pedro Sánchez será "obstruir la agenda legislativa" del gobierno y ser un "martillo" frente a la "ola de acusaciones de corrupción" que afectan al Partido Popular. Todo, destaca, para "revivir la moral" del PSOE.

Además, pone especial énfasis en cómo Sánchez ha logrado "recuperar" la dirección del partido, después de ser "expulsado" por los barones y pesos pesados del ente que se dice socialista.

"Este resultado es una reivindicación para él. Sánchez vuelve a coger el timón de unos socialistas que están a casi 12 puntos del Partido Popular mientras los partidos de izquierda de Europa luchan por conservar a sus votantes de cara a las alternativas populistas", afirma 'Bloomberg'.

Independientemente de esas líneas cercanas a la realidad, dentro del PSOE la derrota de la candidata Susana Díaz pone en precario el poder de “Felipón” González y otras cabezas de la hasta ahora elite dominante, que ahora temen un “estancamiento político” y un freno a la “recuperación económica” que solo disfrutan quienes más tienen.

En este contexto se baraja la posibilidad de nuevas elecciones, aprovechando el PP que aún tiene ventaja electoral en una nación anclada entre dos épocas, mientras Sánchez iniciaba esperanzadores contactos con Podemos a nivel de alcaldías y municipalidades.

(Tomado de Cubasí)