Guerras aumentaron migraciones

Edited by Maite González Martínez
2017-06-30 10:41:09

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Por: Guillermo Alvarado

Datos recientes de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, la OCDE, señalan que los países más industrializados de esa entidad recibieron el año pasado cinco millones de migrantes, lo que significa un incremento del siete por ciento con respecto a 2015 y se explica por el incremento de la violencia armada en diversas regiones del mundo, en particular el próximo y medio oriente y el África.

No es ninguna sorpresa que la mayor parte la compongan quienes demandan asilo por razones humanitarias, es decir que tratan de escapar de las guerras, sobre todo personas originarias de Siria, Iraq y Afganistán, tres naciones que desde hace años sufren enfrentamientos organizados, financiados y ejecutados desde el exterior.

Alemania y Estados Unidos son los dos principales lugares de destino de este tipo de migraciones, seguidos de Italia, Francia y Turquía. En los dos últimos años fueron tres millones de personas las que consiguieron presentar una demanda de asilo, sin contar a casi tres millones de ciudadanos sirios que reciben cierta protección y

refugio en Turquía, pero no han logrado intentar regularizar su situación y están hacinados en campos de refugiados con un futuro incierto.

De acuerdo con el informe de la OCDE, está en franco progreso el flujo de personas desde el norte de África que tratan de cruzar el Mediterráneo, al grado de que Italia, en cuyas costas ocurre la mayor parte de los desembarcos, amenazó esta semana con cerrar por completo las puertas, lo que crearía una situación humanitaria muy complicada y pondría en riesgo decenas de miles de vidas.

La OCDE señala que si se mezclan todas las categorías de migrantes, es decir las de solicitantes de asilo, reunificación familiar, estudios, trabajo y otros, Estados Unidos sigue a la cabeza con más de un millón, seguido, entre otros, por Alemania, con 700 mil, Reino Unido, con cerca de 400 mil, Canadá, 272 mil; Francia, 256 mil y Australia, 226 mil.

Esta composición podría cambiar en el futuro si se consolida la política migratoria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ya se aplica de manera parcial y busca impedir el arribo a ese territorio de personas originarias de un grupo de países donde es mayoritaria la religión musulmana, varios de los cuales son precisamente los principales emisores de migrantes.

Recientemente la justicia estadounidense entreabrió las puertas a esta práctica que ha sido calificada de discriminatoria, xenófoba y paradójica.

Por un lado hay que recordar que la nación norteña se nutrió y desarrolló con el trabajo de oleadas de migrantes y, por el otro, que es uno de los principales causantes de conflictos armados en este planeta, como es el caso de Siria, Iraq y Afganistán.

Quizás desde las grandes guerras de la primera mitad del siglo pasado nunca se había visto un movimiento masivo de seres humanos semejante y como entonces la violencia armada está en el centro del fenómeno que afecta a millones de personas.

Hace falta buena voluntad y solidaridad para acoger a los que huyen y darles la oportunidad de recuperar su dignidad y ver de nuevo el futuro con esperanzas y optimismo, pero a veces todo eso falta en nuestro pequeño y degradado mundo.



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