La controvertida reforma fiscal de Donald Trump

Edited by Maite González Martínez
2017-12-04 10:08:18

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Por María Josefina Arce

Si en el plano internacional el presidente norteamericano, Donald Trump, no ha quedado muy bien parado, en el ámbito doméstico tampoco le ha ido nada bien. Sus palabras discriminatorias contra los inmigrantes, su obsesión por la construcción de un muro en la frontera con México y sus ataques contra los musulmanes ha levantado una fuerte polémica en la sociedad.

Sus constantes twiters despiertan sorpresa, enojo y en ocasiones risa, pero lo cierto es que en el plano interno el actual inquilino de la Casa Blanca no goza de gran popularidad, De acuerdo con las encuestas, solo poco más del 30 por ciento lo apoya, mientras crece la oposición a su gestión.

En su primer año de gobierno Trump tampoco puede ufanarse de haber conseguido hasta el momento ninguna victoria política relevante. Todavía tiene clavada la espina de su estrepitoso fracaso en julio cuando intentaba echar por tierra el programa de salud denominada Obamacare, mientras que su veto migratorio está en los tribunales.

Por eso centró sus fuerzas en su reforma fiscal, aprobada primero por la Cámara de Representantes y posteriormente en el Senado, donde la mayoría republicana no es tan amplia y el debate se alargó por dos días, lanzando un mensaje de incertidumbre.

La reforma impositiva ha sido presentada por el gobernante como la posibilidad de que Estados Unidos se levante y exhiba al mundo su crecimiento económico, una de sus promesas electorales, a la primera que al parecer podrá dar respuesta.

Ahora el texto aprobado por el Senado debe ser conciliado con la versión que tiene la Cámara de Representantes, a la que le dio el visto bueno un mes atrás. Tras eso será enviada a la Casa Blanca para que sea firmada por el presidente Trump.

Pero lo cierto es que su plan tiene muchos detractores, pues el principal beneficiario son las grandes empresas que recibirán un recorte tributario de entre el 20 y el 35 por ciento.

El Comité de fiscalidad del Congreso publicó un informe en el que advierte que el déficit público aumentaría en un millón de millones de dólares a lo largo de una década como consecuencia de esa reforma tributaria.

Sin embargo, los republicanos creen que una rebaja impositiva potente detonará el crecimiento con suficiente fuerza como para compensar la pérdida de ingresos fiscales. Una hipótesis calificada de arriesgada por los economistas, ya que los actuales datos del Producto Interno Bruto, con un aumento en torno al 2% anual, no la validan.

Asimismo, el proyecto incrementaría los impuestos de millones de adultos mayores, según un análisis de la AARP, una organización dedicada a atender necesidades e intereses de la tercera edad.

De acuerdo con sus estimados, una de cada cinco personas mayores de 65 años alrededor de poco más de seis millones de contribuyentes, no verá ningún cambio o sufrirá un incremento de sus tributos en 2019.

Otro tema de preocupación son los recortes automáticos al programa Medicare y otros servicios sociales bajo el plan del Partido Republicano, consideró la AARP.

La reforma elimina el impuesto a las sucesiones o herencia, lo que ha levantado suspicacias, pues para muchos ese aspecto beneficiaría a Trump y sus hijos, aunque el presidente insiste en que ese no será el caso.

Aunque Trump ha presentado la aprobación del documento por las dos cámaras del Congreso como una victoria, la realidad es que no fue un triunfo rotundo, pues hasta el último minuto se introdujeron correcciones en la ley para convencer a los legisladores más recalcitrantes en apoyar la propuesta oficial.



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