Por: Roberto Morejón

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, desarrolló en Cuba una productiva agenda de trabajo para reforzar los lazos sobre todo en el ámbito económico, y fue reconocida aquí por manifestarse de una forma cordial y respetuosa.

Fueron válidas sus exhortaciones a impulsar los nexos con la mayor de las Antillas dentro de la cooperación Sur-Sur porque, como destacó, es provechoso prevalecer lo que nos une y NO las diferencias.

Como se reflejó durante su permanencia en La Habana, el comercio y las inversiones chilenas en Cuba aumentaron, aunque restan potencialidades por explotar.

En ese sentido fueron oportunas las conversaciones en un foro empresarial y los intercambios de impresiones entre delegaciones al más alto nivel.

Si bien hasta ahora avanzaron acuerdos en materia agropecuaria, salud, industria farmacéutica y minería, se espera la ampliación, pues, según se afirmó, Cuba estudia con potenciales inversionistas chilenos la ejecución de proyectos de interés.

Entre los planes conjuntos perfilados sobresale la alianza entre la empresa cubana Comercial Caribean Nickel S.A y su par chilena RM Asesorías, para iniciar el proyecto Colas negras, a fin de obtener hierro a partir de subproductos en la extracción de níquel.

Al evaluar de forma general la visita de la presidenta Bachelet sobresalen su franqueza y empatía con los cubanos, como quedó resaltado durante un encuentro con escritores y artistas en La Habana.

El intelectual Miguel Barnet calificó de extraordinaria la reunión sostenida con la Primera Mandataria chilena, quien, según la fuente, evidenció ser una conocedora de la cultura cubana.

Ciertamente, los dos países se reconocen por sus vínculos políticos, culturales, lingüísticos y de otro tipo.

Esas conexiones se reafirmaron en momentos cruciales, por ejemplo, cuando brigadas de profesionales cubanos de la salud acudieron a ayudar a aquel pueblo ante catástrofes naturales.

Los cubanos acogieron a miles de chilenos y les brindaron oportunidades de estudio y laborales después del establecimiento allí de un régimen de fuerza en mil 973.

Para los cubanos son familiares los nombres de los escritores y artistas chilenos Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Violeta Parra y Miguel Littin.

Igualmente reconocen los esfuerzos de la presidenta Michelle Bachelet para promover cambios en la educación y a favor de la igualdad de género, en un escenario complejo por la presión de corrientes conservadoras.

Son las mismas que desearían frenar los intentos de Bachelet y de su contraparte cubana por aumentar las relaciones económicas y en las esferas de la ciencia, la salud y la cultura, con respeto a los sistemas políticos de cada Estado.