Por: Richard Ruíz Julién.PL.

La economía etíope es considerada hoy la mayor de la región y un milagro en África, si se tiene en cuenta que hace apenas 18 años el país contaba con uno de los mayores índices de pobreza del mundo.

De acuerdo con un informe recientemente divulgado por el Fondo Monetario Internacional -FMI-, las cifras que ascienden al 8,5 por ciento indican una expansión continua después de una década.

Así, esta nación del denominado cuerno africano promedió durante ese tiempo alrededor del 10 por ciento en términos de crecimiento económico, según el FMI.

El pronóstico, que coloca a Etiopía por encima de Ghana, otra de las joyas macroeconómicas del África subsahariana, y de Nigeria, denominado el motor del continente, toma como punto de partida varios elementos, entre ellos el hecho de que actualmente 30 por ciento de la población vive en condiciones de miseria, cuando en el año 2000 esa cifra superaba el 60.

A su vez, el desempeño en atraer inversión extranjera directa excedió el plan nacional en más de dos mil 500 millones de dólares, al punto de convertirle en centro africano de manufacturas, según datos aportados por la Comisión Inversionista Nacional.

Para el profesor asociado de Economía de la Universidad de Addis Abeba Berhanu Deno, la noticia dada a conocer por el FMI sobre esta tendencia positiva contribuirá significativamente a atraer más empresas internacionales.

En ese sentido, el investigador de Políticas Públicas de la misma institución Costantinos Berhetesfa señaló que el Gobierno operó con astucia al promover accesos a préstamos con interés comparativamente más bajo y otras políticas preferenciales, lo cual dio al traste finalmente con la llegada de compañías de renombre mundial procedentes de China, Turquía y diversas partes del mundo.

Esa presencia contribuye al crecimiento económico no solo a través del capital; también refuerza la productividad y la competitividad de las exportaciones en el mercado mundial, en opinión del profesor de la Universidad de Wollo Hassen Beshir.

Los especialistas consideraron que para garantizar la estabilidad, las autoridades deberían dar máxima prioridad a las interrupciones de energía frecuentes y mejorar la conectividad vial, ferroviaria y aérea.

Además, hicieron un llamado al sector privado para formar una relación recíproca con el público e invertir en transferencia de tecnología, generación y gestión de empleo, así como en investigación de mercados y el abordaje de la escasez de divisa.

La gran inversión del país en instalaciones de infraestructura, incluida la expansión de parques industriales, centrales hidroeléctricas y otros servicios básicos, junto con la devaluación de Birr (moneda etíope) y el repunte de la producción agrícola, se pueden atribuir al crecimiento económico estimado, subrayaron documentos de organismos internacionales, como el Banco Mundial.

Un reciente estudio realizado por el Centro para el Desarrollo Global y citado por el portal Quartz señala que Etiopía puede convertirse en la 'nueva China' del continente africano.

Para entender cómo se desarrollará el país en el futuro es importante saber qué significa el crecimiento del PIB real (valor monetario de todos los bienes y servicios que fueron producidos por un territorio determinado durante un año y estimados a precios constantes).

En comparación con el PIB nominal â€'valorado a precios corrientesâ€' el crecimiento del PIB real no toma en cuenta la inflación, razón por la que se considera que si ese indicador crece, el bienestar económico también lo hace, por su relación con el aumento de la producción.

El principal factor capaz de impulsar el crecimiento de estos números en el futuro radica en que una mayor parte de la ciudadanía se involucre en la producción, lo cual puede ser asegurado mediante el crecimiento de la población activa, argumentaron los académicos.

Dado que la ONU pronostica que para 2050 la población de Etiopía crecerá de 100 millones de habitantes a 190 millones, se puede esperar que el PIB real y la economía continúen mejorando en el fututo.