Por María Josefina Arce.

Calles, plazas, centros educativos y de trabajo son escenarios escogidos por los jóvenes cubanos para en este mes de mayo continuar con las actividades que buscan llevar a cada comunidad el Noveno Congreso de la FEU, Federación Estudiantil Universitaria.

Aunque el plenario de la magna cita de los estudiantes universitarios está previsto para julio venidero en La Habana, desde enero se inicio este proceso con su convocatoria en la tradicional Marcha de las Antorchas, el día 27, en vísperas del nacimiento del Héroe Nacional de Cuba, José Martí.

A partir de ese momento ha transitado por importantes etapas como la preparación de los presidentes de universidades y de brigadas, para lograr un mayor aprovechamiento en los debates.

En marzo pasado comenzaron los Congresos de Brigadas y en abril a nivel de Facultades, sedes, filiales y residencias estudiantiles.

Para Fernando de la Mora Martínez, presidente de la comisión organizadora del Congreso, llevar el encuentro a las becas es una novedad de este evento, y tiene una gran importancia pues en ellas se desarrolla la vida de los estudiantes.

“Es donde debemos fomentar valores morales y éticos, así como evaluar el impacto diario de nuestra influencia en los estudiantes», dijo el dirigente estudiantil.

En este mes tienen lugar las reuniones a nivel de universidades, en las que se continuara debatiendo sobre el funcionamiento de la FEU, sus estatutos y reglamentos, así como sus desafíos en el contexto actual en que Cuba está inmersa en profundas transformaciones, en aras de avanzar hacia un socialismo prospero y sostenible.

La FEU con una rica historia de lucha y de activa participación en importantes momentos de nuestra historia esta llamada a consolidar su liderazgo entre los jóvenes estudiantes y a propiciar su total incorporación y compromiso con las tareas que den continuidad a la Revolución y el perfeccionamiento del Socialismo.

Los universitarios cubanos son dignos herederos de las tradiciones de lucha de nuestra Patria y, por eso, se proponen un Noveno Congreso combativo, profundo, que permita adecuar el funcionamiento de la FEU con las nuevas transformaciones de la nación y de la enseñanza superior para continuar siendo la vanguardia de los jóvenes que cursan estudios en las distintas universidades y dar su aporte decisivo al desarrollo socio económico del país.