Por: Roberto Morejón

Los recientes intercambios de visitas oficiales entre Argentina y Gran Bretaña subrayan la coincidencia de criterios en muchos temas, sobre todo económicos, mientras sigue olvidada la soberanía sobre las Malvinas.

El influyente jefe de gabinete Marcos Peña cumplió una profusa agenda en Londres y antes lo hizo en Buenos Aires el canciller británico, Boris Jhonson.

Peña fue cuestionado por rendir homenaje a los soldados ingleses caídos en la guerra de las Malvinas en 1982, aunque la Casa Rosada se justificó al recordar que Jhonson tuvo un gesto equivalente cuando visitó Argentina este año.

Los críticos del presidente Mauricio Macri destacan lo que en su criterio constituye un énfasis desmedido en su aproximación a Londres y afirman no creer totalmente en el argumento de que busca comercio e inversiones.

Consideran los escépticos que Macri recabó el apoyo del país europeo a su propósito de adquirir un préstamo del Fondo Monetario Internacional, conseguido a la postre.

Con el rescate de 50 mil millones de dólares el gobernante trata de paliar la crisis económica y el endeudamiento externo.

Quienes reprueban al estadista argentino aducen además que en su acercamiento efusivo al Reino Unido no lo insta a cumplir con las demandas internacionales para sentarse a dialogar sobre la soberanía de las Malvinas.

Argentina reclama la autoridad del archipiélago desde mil 833, cuando la potencia europea ocupó ese territorio, cercano a yacimientos de petróleo y con aguas útiles para la pesca.

A 36 años de la contienda bélica que dejó casi mil muertos, los ocupantes se mantienen imperturbables.

El ministro británico de Defensa, Gavin Williamson, mencionó exitosas pruebas de nuevos misiles antiaéreos destinados a emplazarse en las Malvinas en 2020.

Williamson habló de mejorar así la seguridad de su país, pero NO explicó cómo podía afectarse si está a una distancia de casi 13 mil kilómetros.

Los argentinos contrastan la dureza de la postura británica con el tórrido acercamiento de la administración macrista a Londres, a diferencia de la enérgica acción de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

No se trata de negar lo que en palabras de Marcos Peña implica que Argentina no cederá en la reivindicación sobre el archipiélago austral.

Sin embargo, quienes adversan a Macri le reprochan suprimir términos fundamentales como soberanía y recursos naturales en su trato con las autoridades británicas a cambio de cooperación científica, pesquera, en inversiones y seguridad.

Los sensibilizados pobladores argentinos se preguntan si Macri subordinó un tema de unidad nacional a sus planes de lograr auxilio económico de cara al año electoral 2019.