El paramilitarismo: un obstáculo para la paz en Colombia

Edited by Maite González Martínez
2018-07-11 08:52:54

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Por María Josefina Arce.

El paramilitarismo es una lacra de la sociedad colombiana responsable de crímenes de lesa humanidad, que aún hoy tras un acuerdo de paz y el fin de un conflicto armado de más de cinco décadas conmociona a Colombia.

Asesinatos selectivos, masacres, desapariciones, torturas, desplazamientos forzosos y violencia sexual forman parte de la historia de estos grupos, vinculados también al narcotráfico, y que vieron la luz en el siglo pasado como parte de la estrategia contrainsurgente del estado y tuvieron un repunte en la década del noventa.

En el nacimiento y desarrollo histórico de dichos movimientos, al margen de la ley, se vieron involucrados agentes del mismo Estado como policías, militares, además de representantes políticos y de otros sectores de la sociedad.

Pero en su surgimiento también está la mano de Estados Unidos, como revelan documentos desclasificados. Un texto de 1962 se refiere a una propuesta de militares estadounidenses para organizar en Colombia fuerzas irregulares para eliminar el peligro comunista en el país sudamericano

La alianza entre los paramilitares y cierta élite del poder económico y político del país sudamericano llevó a profundizar la guerra, al tiempo que fue aprovechada para, mediante acciones violentas y amenazas, lograr el voto a favor de determinados candidatos políticos.

De hecho esos grupos son asociados al senador y ex mandatario Alvaro Uribe. Un informe del centro de investigación independiente “National Security Archive” , con sede en Washington, refiere que una finca del político colombiano y su familia fue base de operaciones de un grupo paramilitar en los años 90 del siglo pasado.

De acuerdo al testimonio de extrabajadores del lugar, Álvaro y Santiago Uribe, hermano del ex presidente, tuvieron una relación de amistad con Osorio Rojas, también conocido como Rodrigo o El mono, presunto cabecilla paramilitar.

En febrero pasado un tribunal de Medellín pidió que se investigara a Uribe por su presunto conocimiento de las masacres de La Granja y El Aro perpetradas hace 20 años por paramilitares cuando era gobernador en el departamento de Antioquia, en el noroeste del país.

En mayo también se conoció, recuerda la agencia noticiosa Prensa Latina, que Álvaro Uribe fue acusado en numerosas ocasiones por diplomáticos estadounidenses de tener vínculos con el narcotráfico en los años 90, según documentos desclasificados del Departamento de Estado.

Lo cierto es que el paramilitarismo tiene una fuerte presencia en Colombia. En los primeros meses de implementado el acuerdo de paz alcanzado en La Habana se detectaron grupos narcoparamilitares en 275 municipios que se extienden a 28 departamentos del país.

Un informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz precisó que existen cinco departamentos, Córdoba, Chocó, Meta, Antioquia y Risaralda, en los que estos elementos controlan más de la mitad del territorio.

El paramilitarismo es aún una realidad de Colombia, que continúa desangrando a la sociedad. En entrevista concedida a TELESUR, el analista colombiano Carlos Medina afirrmó que la existencia de estos grupos es uno de los principales obstáculos para la consolidación del proceso de paz en la nación.



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