Trump dice que buscará reelección

Edited by Martha Ríos
2018-07-16 14:22:39

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Donald Trump es resultaddo de un proceso largo de descomposición política, cultural y social en EE.UU. Foto: Archivo

Por Guillermo Alvarado (RHC)

Cuando no está aún ni a la mitad de su mandato y con un mundo cansado ya de sus excentricidades, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció desde el Reino Unido su intención de presentarse a la reelección en los comicios de 2020 y proclamó que no tiene rival en esa contienda.

Para muchos se trata de una de sus habituales balandronadas, mientras otros encuentran un serio y justificado motivo de preocupación y no faltan quienes, entre los cuales me incluyo, que ven un golpe de efecto destinado a borrar o distraer el mal sabor que ha dejado su gira europea donde ha roto con las normas de comportamiento propias de un jefe de Estado en un mundo más o menos civilizado.

En Bruselas el magnate regañó como a niños mal portados a sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, y exigió más dinero para el funcionamiento de un aparato militar que sirve más que nada a los intereses hegemónicos de Washington.

De allí se fue al Reino Unido donde mostró su prepotencia al agredir sin misericordia a su anfitriona, la primera ministra Theresa May, que gastó parte del poco capital político que le queda en una visita que le trajo más aflicciones que beneficios.

En abierta injerencia en los asuntos internos de la nación, que lo recibió con protestas masivas, Trump criticó la política del gobierno en el tratamiento a la salida de la Unión Europea, el llamado brexit y cuestionó al alcalde de Londres, Sadiq Khan, por permitir las manifestaciones de rechazo a su presencia en esa urbe.

Además del globo gigante con un “bebé Trump” en pañales, que se alzó en la Plaza del Parlamento, hubo marchas en la famosa calle Oxford, además de Manchester y Glasgow, Escocia, donde el jefe de la Casa Blanca pasó el fin de semana.

En una entrevista publicada este lunes, el presidente estadounidense no tuvo ningún reparo en incluir a la Unión Europea en la lista de enemigos de su país, una declaración inédita en la historia de las relaciones entre el bloque del viejo continente y la principal potencia económica y militar.

Con su ya conocida falta de tino, incluyó en esa nómina a Rusia, cuando faltaban pocas horas para su encuentro con el presidente Vladimir Putin.

Recientemente leí un artículo del analista Nestor García Iturbe, donde afirma que Donald Trump no es el resultado de un fenómeno aislado en Estados Unidos, sino de un proceso largo de descomposición política, cultural y social.

De ser esto así, estamos ante una situación similar a la del emperador Calígula en el agonizante imperio romano, cuando el más disparatado desmán se convirtió en asunto cotidiano y los vicios suplantaron a las escasas virtudes que aún quedaban.

Y ahora resulta que se quiere reelegir. Es en definitiva, claro está, una decisión que tomará la ciudadanía de Estados Unidos, así como el poder real que en la práctica rige los destinos de esa nación.

En las llamadas elecciones de medio término, programadas para noviembre próximo, tendremos quizá señales más claras y será momento de dar un respiro de alivio o, por el contrario, de apretar aún más los dientes.   

 



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