Por María Josefina Arce
Cuando en la madrugada del venidero 26 de julio niños y adolescentes asalten simbólicamente el otrora Cuartel Moncada, en la ciudad de Santiago de Cuba, el país revivirá un importante momento de su historia, que fue el motor impulsor de la revolución cubana.
El Cuartel, cuyos muros guardan la valentía y audacia del grupo de jóvenes que liderados por Fidel Castro atacaron hace 65 años ese bastión de la tiranía de Fulgencio Batista, fue convertido en enero de 1960 en una ciudad escolar para formar las nuevas generaciones.
Al respecto expresaría el líder de la revolución cubana: “Antes necesitaban una fortaleza para defenderse del pueblo; y ahora, cuando el pueblo es el que defiende a la Revolución, no necesitamos fortalezas. Como lo que necesitamos son escuelas, pues, por eso nosotros estamos convirtiendo todas las fortalezas en escuelas...”
El Moncada se transformaría entonces en la Ciudad escolar 26 de julio. Fue uno de los 69 cuarteles que tenía la derrocada tiranía batistiana en todo el archipiélago que fueron transformados en centros docentes.
Comenzaba así la naciente revolución a materializar lo prometido en el Programa del Moncada de convertir las fortalezas militares en escuelas para garantizar uno de los más elementales derechos humanos: la educación, a la que no tenían acceso los sectores más humildes.
De acuerdo con las estadísticas, antes del triunfo de la revolución en enero de 1959 cerca del 57 por ciento de la población cubana era analfabeta, mientras que en las zonas rurales 50 por ciento de los niños en edad escolar, aproximadamente 800 000, no asistía a la escuela.
En los primeros años se logró la asistencia de más de dos MIL educandos en cada curso, al abrirse seis escuelas, una por grado, con maestros especializados.
En el otrora Moncada, ahora dignificado por el humanismo de la revolución y de su líder Fidel Castro, se han educado distintas generaciones de cubanos que agradecen la enseñanza recibida de manera gratuita que ha hecho posible su sueño de convertirse en médicos, ingenieros, intelectuales y otras profesiones.
Escenario de incontables vejaciones contra los cubanos, en el antiguo Cuartel Moncada fueron torturados y asesinados varios de los protagonistas de aquella histórica jornada del 26 de julio de 1953, pero hoy aunque el pueblo no olvida y sus muros guardan el horror de aquellos días, en la actual Ciudad Escolar solo se escucha la algarabía y alegría de los niños cubanos.