Por Nicanor León Cotayo
El caos y las maquinaciones existentes allí han ido saliendo a la luz de forma gradual, sin precipitarse, aunque sostenidamente.
Ahora se incorporó a esas modestas revelaciones The New York Times, que lo hizo este miércoles 14 de noviembre bajo la firma de su periodista Paul Krugman.
Este último escribió un artículo, 'La verdad y la virtud en la era de Trump'.
Krugman agrega, en otra parte de su escrito, que paralelamente con las elecciones de medio término, Trump entregó la medalla presidencial de la libertad a Miriam Adelson, esposa de Sheldon Adelson, propietario de casinos y donante de grandes cantidades de dinero al mandatario.
Esa medalla es un reconocimiento a un logro extraordinario.
Sus actividades de caridad no fueron la causa de tal condecoración, subrayó el periodista, sino lo que beneficia a Trump y a sus amigos.
Y prosigue: "No hay heroísmo, no hay buenas obras, a excepción de aquellas que favorecen al presidente".
El mandatario, asegura el reportero del Times, en vísperas de estos comicios, "mentía en público más de cien veces a la semana".
No obstante, ese asalto a la verdad va mucho más allá que la frecuencia de sus mentiras, porque el presidente y sus aliados no aceptan la noción misma de los hechos objetivos.
"Noticias falsas", escribe Krugman, no significa que lo informado sea falso, sino cualquier dato que afecte a Trump.
A la inversa, cualquier afirmación que ayude a Trump es cierta, precisamente porque le ayuda.
Un ejemplo es el intento de Trump y sus hombres de ordenar el recuento de votos en la Florida, sin fundamento alguno, de un fraude electoral a gran escala.
O sea, el artículo del Times refiere que ello explica la adicción de un sector del Partido Republicano a las teorías de conspiración.
En Trumplandia, que ahora es del país de ese partido, el bien y el mal se definen únicamente dependiendo de si ayudan a los intereses del líder.
Por lo tanto, Trump ataca e insulta a sus aliados más cercanos, mientras alaba a dictadores brutales que lo halagan y declara que los neonazis son "gente muy buena".
Lo mismo aplica para el heroísmo y la cobardía.
Mientras tanto, Miriam Adelson, cuyo servicio a la nación básicamente consiste en hacer contribuciones a la campaña de Trump, obtiene la medalla presidencial de la libertad.
Hay que recordar que muchos republicanos denigraron el historial de guerra del candidato presidencial demócrata John Kerry.
Todo esto equivale a decir que lo que sucede en Estados Unidos no es la política usualmente conocida.
El artículo del periódico The New York Times formula una advertencia sombría, muy difícil de no ser tomada en cuenta:
Un movimiento autoritario en ciernes que trata de consolidarse en el poder y que, además, rechaza cualquier oposición, e incluso la crítica, por no ser legítima.
Y reitera que la democracia en Estados Unidos corre un peligro inminente.
(Tomado de Cubasí)