Por: Roberto Morejón
Tal vez por desinformación crasa o mala fe,o por ambas,razones,el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, puso en,tela de juicio el rigor y la vasta práctica de los médicos cubanos que,han trabajado en ese país desde 2013.
Sin embargo, este legislador de oscura trayectoria pudo indagar sobre la amplia ejecutoria de los profesionales cubanos de la salud en 55 años de esfuerzos y resultados en 164 naciones.
La cifra resulta elocuente para cualquier observador y así lo admiten organismos internacionales y gobiernos que hoy prosiguen gestiones con La Habana para acordar la presencia de los médicos cubanos en nuevas plazas.
En más de medio siglo, los hombres y mujeres que llevan con orgullo sus batas blancas cumplieron 600 mil misiones internacionalistas, en la mayoría de los casos en sitios apartados, de marcada pobreza y condiciones difíciles.
En similares circunstancias complejas trabajaron los enviados cubanos a Brasil, donde cerca de 20 mil colaboradores atendieron a 113 millones de pacientes en 3 mil 600 municipios.
Las falacias y tergiversaciones de Bolsonaro no pueden tender una cortina de humo sobre la mayoritaria satisfacción de los pacientes en Brasil por el trato técnico y humano recibido de los colaboradores cubanos.
El ultraderechista Jefe de Estado electo desconoce o prefiere soslayar que la experiencia cubana en el programa Más Médicos para Brasil fue elogiada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización Mundial de la Salud.
Ambos organismos especializados calificaron el proyecto como el principal ejemplo de buenas prácticas en cooperación triangular y la implementación de la Agenda 2030 con sus objetivos de Desarrollo Sostenible.
Apreciaciones tan favorables también se emitieron en su momento cuando dos centenares y medio de médicos y enfermeros cubanos tuvieron una participación decisiva en el freno de una epidemia de ébola en África en 2014.
Opiniones positivas también siguieron a la labor desplegada por los profesionales cubanos en el combate al cólera en Haití y la atención a damnificados de terremotos en Pakistán, Chile y otros países.
Es impensable que tantas entidades y personas se equivocaran sobre la ejemplar gestión de los médicos cubanos en el mundo y solo sea el señor Bolsonaro quien acierte, cuando, curiosamente, él se ha caracterizado por sus titubeos y contramarchas.
El futuro presidente de Brasil debutó con el pie equivocado al emitir declaraciones despectivas y amenazantes sobre la asistencia cubana de salud a Brasil y debería retractarse si tiene como principio el apego a la verdad.
