Por Lino Lubén Pérez
El cambio de la matriz energética en Cuba es vital por su alta dependencia de combustibles importados para la generación de electricidad, por lo que constituye un imperativo el uso acelerado de las Fuentes Renovables de Energía (FRE).
Combinar la producción en las instalaciones de ese tipo en el país y en sus nuevas inversiones provocará la generación de más mil 100 GW en 2019, se informó en la Comisión de Industria, Construcciones y Energía de la Asamblea Nacional del Poder Popular en sus recientes deliberaciones en el Palacio de Convenciones de La Habana.
La cifra representará el 5,4 por ciento del consumo total, explicó Rosell Guerra Campaña, director de Energía Renovable del Ministerio de Energía y Minas, un resultado alentador sobre la creciente demanda de las FRE, que ahorran más y gastan menos.
En consecuencia, se encuentran en fase de ejecución los parques solares fotovoltaicos La Herradura Uno y La Herradura Dos, que de conjunto podrán generar alrededor de 100 megawatt/hora, lo que significará dejar de consumir una considerable cifra de combustibles fósiles.
Ambas obras, ubicadas en Puerto Carúpano, en el norte de la provincia de Las Tunas, comenzaron a recibir los componentes de los primeros aerogeneradores para las instalaciones que se emplazarán en el litoral del municipio de Jesús Menéndez, los más potentes de Cuba hasta la fecha, con tecnologías de la República Popular China.
La extensión de cada una es de 70 metros, de ahí que las torres llegaron divididas en 33 tramos, para mayor maniobrabilidad y facilitar la transportación desde el puerto hasta el lugar donde se instalarán, a unos 35 kilómetros.
Además, ya se terminaron cuatro parques solares fotovoltaicos en Villa Clara, Holguín y Granma, que están conectados al Sistema Electroenergético Nacional y existen proyectos para otros 19.
En período de construcción se encuentran las bioeléctricas del central Jesús Rabí, en Matanzas, y la del Ciro Redondo, en Ciego de Ávila, las más avanzadas de las 25 previstas por el Grupo Azucarero AZCUBA en el país hasta 2027, en aras de diversificar la matriz energética y elevar la presencia de las fuentes de energías renovables.
Una garantía en su aplicación es la Política para el Desarrollo Perspectivo de las FRE y el Uso Eficiente de la Energía, aprobada oficialmente en 2014, con un programa hasta 2030, cuando se debe alcanzar casi una cuarta parte de participación de la energía limpia.
Entonces, quedará atrás ampliamente el poco más del cuatro por ciento que ahora se genera mediante fuentes renovables en el país, donde las emisiones del Astro Rey sobre el territorio nacional pueden convertirlo en una potencia energética a partir de su empleo, el auge del conocimiento y la tecnología si solo se tiene en cuenta que recibe un promedio de radiación solar de más de mil 800 Kw/h/ por metro cuadrado al año.
Sin embargo, la eficiencia energética es decisiva en el alcance de esa política, que incluye la instalación de lámparas Led, como la sigla de la tecnología de diodo, calentadores solares, cocinas de inducción, bombeos y cerca por parques solares fotovoltaicos, plantas industriales de biogás y biodigestores en el sector residencial.
En cuanto a la electricidad es imprescindible su empleo, debido a que las FRE solo son utilizadas en el 4,3 por ciento - equivalentes a la producción de 18 mil millones de Kw/h anuales- del total de las restantes, de ahí la premura de su conexión al Sistema Electroenergético Nacional en proyectos que contemplan la recuperación de la inversión en un período relativamente breve.
Si se cumplen tales objetivos, y no hay razón alguna para ponerlos en tela de juicio, la producción de energía llegará a siete mil 316 GWh/año, serán sustituidas 1,75 millones de toneladas de combustible/año y dejarán de ser emitidas a la atmósfera seis millones de toneladas de dióxido de carbono, un gas que forma parte de la capa más cercana a la Tierra. (Tomado de la ACN)