Brexit contra las cuerdas

Edited by Maite González Martínez
2019-03-14 09:36:57

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Por: Guillermo Alvarado

La primera ministra británica, Theresa May, perdió otra vez en el Parlamento una votación sobre el proceso de salida del Reino Unido de los mecanismos de la Unión Europea y está prácticamente en un callejón sin salida porque ya ni siquiera sus propios partidarios confían totalmente en sus propuestas.

Es una semana negra para la jefa de Gobierno, que hasta ahora se ha negado a dimitir empecinada en que aún es posible buscar una salida honrosa de ese bloque continental.

En la última votación, realizada la víspera, los parlamentarios debían decidir si es factible realizar un brexit, como se conoce a este proceso, sin ningún acuerdo entre las partes y la mayoría terminó por rechazar estos términos.

May y el Consejo Europeo habían acordado que existen dos formas de llevar adelante el divorcio, una por medio de un acuerdo donde se establezcan todas las pautas, derechos y obligaciones de los socios, así como en qué aspectos continúa la colaboración y en cuales se corta por completo.

Esto es lo que podría definirse como la opción ideal, en la que cada cual sabría lo que va a ocurrir a partir del próximo 29 de marzo en materia financiera, comercial, aduanera, migratoria y laboral.

La otra forma es la simple y llana separación sin acuerdo, lo que constituye una pesadilla para empresarios, inversionistas, trabajadores y personas comunes y corrientes.

El acuerdo de separación fue negociado y aceptado por ambas partes, pero la primera ministra ocultó al parlamento algunos detalles de sus alcances, lo que provocó una censura legislativa y a partir de allí todas las variantes que ha presentado fueron rechazadas.

La última ocurrió la víspera cuando la Cámara de los Comunes rechazó el brexit sin acuerdos, lo que deja como única vía posible solicitar a la Unión Europea una prórroga en la fecha de salida.

Ahora el gobierno británico camina sobre el filo de la navaja mientras los 27 ex socios observan cómo podría ocurrir una caída estrepitosa.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se ofreció a pedir a sus colegas una “amplia prórroga” a Londres, siempre y cuando el Reino Unido lo solicite para hallar una solución capaz de crear consenso.

En un mensaje de Twitter, Tusk dijo que el Consejo había tomado nota de todo lo ocurrido en estos días, incluida la decisión del Parlamento de no aprobar una salida sin acuerdos y que siguen dispuestos a firmar lo que se negoció con Theresa May.

La pelota está en el campo británico, que fue de donde surgió la extraña idea de separarse de la Unión Europea. El divorcio, dicen los juristas, no es un problema, sino la solución a un problema, pero en este caso los intereses son tantos, tan poderosos y tan divergentes, que terminó por formarse un monumental embrollo muy difícil de resolver.



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