Israel en un callejón sin salida

Edited by Maite González Martínez
2019-09-30 08:42:32

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Parlamento israelí. Sputnik Mundo.

Por: Guillermo Alvarado

Aunque Benjamín Netanyahu perdió las recientes elecciones parlamentarias al frente del partido Likud, de todas maneras el presidente de Israel, Reuven Rivlin, le encargó formar un nuevo gobierno, tarea harto difícil debido a la fragmentación de las fuerzas políticas en ese país.

Netanyahu quedó un par de escaños por debajo de su principal rival, Benny Gantz, de la agrupación Azul y Blanco, pero los dos están muy lejos de los 61 diputados que constituyen la mayoría en el Parlamento israelí, por lo que se avecinan complejas negociaciones con un futuro bastante improbable y lo más seguro es que habrá que ir a las urnas por tercera ocasión.

Rivlin pidió la creación de un ejecutivo de coalición entre Likud y Azul y Blanco y romper así el punto muerto, pero aunque todos están de acuerdo en que es la mejor opción, ninguno de sus líderes quiere ser subordinado del otro.

Gantz cuenta con el apoyo inédito de los partidos árabes, como se conoce a las organizaciones políticas de los judíos de ese origen, pero éstos no quieren saber nada de Netanyahu y sus aliados.

Este último cuenta con el tradicional respaldo de los ultraortodoxos, lo que le impide negociar con otras fuerzas, entre ellas las de Avigdor Liebermann, de la extrema derecha, quien se niega a la presencia de partidos religiosos en el gobierno.

Por otro lado están los laboristas de Amir Peretz, habituales opositores de Netanyahu y la extrema derecha, pero que tampoco parecen inclinarse a una coalición con Gantz pues, por más que éste se proclame un político del centro, su pensamiento está muy cerca de la derecha más rancia.

En efecto, la distancia ideológica entre los líderes del Likud y Azul y Blanco es menos grande de lo que se piensa.

Por ejemplo, durante la campaña electoral Netanyahu prometió anexar lugares estratégicos de Cisjordania si ganaba la contienda. Gantz no rechazó esa idea, sólo dijo que su rival no cumpliría su palabra, pero pero afirmó que él lograría la presencia de Israel para siempre en esa región.

El problema es que no hay nada que indique un resultado diferente en futuros comicios porque la sociedad israelí está cansada de discusiones políticas que no conducen a nada.

Esto quiere decir que el callejón sin salida se extenderá durante un tiempo indefinido, lo que significa también el colapso de un modelo político fundado en el racismo, el odio a los palestinos, la prepotencia y la xenofobia.

Para satisfacer a su principal aliado, Estados Unidos, el Estado de Israel se ha convertido en enemigo de prácticamente todos sus vecinos y más allá de sus fronteras, un mal que de ninguna manera puede durar cien años.



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