Por: María Josefina Arce

La vivienda es un tema complejo y sensible en Cuba, dado el déficit habitacional y los problemas acumulados, por eso recibe una atención directa y especial de las máximas autoridades del país, que trabajan por dar una respuesta satisfactoria e inmediata para garantizar a la población un techo digno.

De ahí que este haya sido un tema profundamente debatido por la Asamblea Nacional del Poder Popular, en la Comisión de Industria, Construcciones y Energía, y que contó con la presencia y activa participación del presidente cubano, Miguel Díaz Canel.

En una de sus intervenciones destacó el mandatario los resultados positivos en el primer año de la implementación de la Política de la Vivienda, lo que afirmó “nos dicen que podemos hacerlo mejor, para que estos sean superiores”.

Se conoció que en este año fueron terminadas 43 mil 700 casas por la vía estatal, de subsidios y por esfuerzo propio, lo que si bien todavía no da respuesta a todas las necesidades demuestra el deseo de trabajar en ese sentido y las potencialidades existentes.

El número de viviendas construidas, que sobrepasó el plan trazado por todas las vías en más de 10 mil demostró que si nos organizamos bien, se puede avanzar más, como bien enfatizó Díaz Canel.

Este avance ha sido posible gracias al esfuerzo desplegado, pues ha sido un año difícil, con condiciones adversas por el recrudecimiento del bloqueo norteamericano contra Cuba, que ha llevado a la escasez de combustible para el funcionamiento de las fábricas de cemento y la transportación de ese recurso, así como para la adquisición de acero.

Tampoco podemos olvidar el tornado que a principios de año afectó a La Habana y que dañó parcial o totalmente innumerables edificaciones en cinco municipios de la capital, lo que vino a agravar el problema habitacional.

Pero la rápida movilización del estado y de sus distintas instancias hicieron posible que en la actualidad la devastación provocada por el fenómeno meteorológico haya quedado atrás, pues se construye arduamente e incluso su beneficio se extiende a otras personas que no fueron afectadas.

El presidente cubano demandó hacer viviendas más fuertes y con mejor calidad, de esta manera “seremos menos vulnerables a las afectaciones por fenómenos naturales”, señaló.

Aún queda mucho por trabajar en un área sensible para la población, como es en el aspecto de los subsidios para construir por esfuerzo propio, en el que se han dado acciones irresponsables que nada tienen que ver con el espíritu de la revolución que nunca ha dejado desamparado a nadie y presta una esmerada atención a los sectores más vulnerables.

Así lo demuestran las 490 madres con tres o más hijos, favorecidas con más de 42 millones 534 mil pesos destinados a la construcción de nuevas casas, ampliaciones, rehabilitaciones y conservaciones mayores y menores.

El avance es notable, ya se palpan los resultados de un intenso trabajo y esfuerzo y una constante fiscalización del programa de viviendas a todas las instancias, y los beneficiados así lo reconocen.