Por Lorenzo Oquendo

La Habana, 23 dic (RHC) En estos días están en diversas latitudes, evaluaciones del resultado de la Cumbre efectuada en Madrid, España: la COP25, con manifestaciones principalmente de los ecologistas y también científicos de que ese encuentro entre representantes de 196 países estuvo muy lejos de alcanzar acuerdos de reales enfrentamientos contra el cambio climático.

En esa Cumbre los participantes, principalmente aquellos procedentes de países altamente contaminantes, propusieron el denominado comercio del carbono con el objetivo de negociar con naciones de menos emisiones de gases de efecto invernadero la utilización de combustibles fósiles como petróleo, gas y carbón para ilusoriamente disminuir el calentamiento global.

Realmente la proposición es una hipocresía climática porque el empleo de combustibles fósiles debe eliminarse universamente sin trasladar responsabilidades a los países menos contaminantes y así continuar por las grandes transnacionales industriales su negocio de miles de millones de dólares a partir precisamente del cambio climático.

Otra de las propuestas en la Cumbre de Madrid, correspondió a exigir fuertes acuerdos contra las emisiones de efecto invernadero al medio ambiente en la próxima conferencia climática la COP26 que se efecturá el próximo año en Glasgow, Escocia, pero ese objetivo solo estuvo aceptado por países de poco consumo de combustible fósil porque los grandes empleadores de carbono estuvieron bien alejados de esa propuesta, especialmente Estados Unidos con su abandono de parcipación en esas cumbres climáticas.

Fueron varios días de reuniones en Madrid para tratar el propósito esencial de evitar que el calentamiento global sea menos de dos grados centígrados acordado en la conferencia de París de diciembre de 2015, tema debatido con propuestas de acuerdos dilatados constantemente hasta un resultado completamente decepcionante que solo traslada comercio de carbono a países menos contaminantes, reitero, sin enfrentar decididamene el futuro de catástrofe ambiental que cobrará lamentablemente las indeciones de aplicar acuerdos contundentes contra el cambio climático.

Durante la Cumbre de Madrid, las movilizaciones de protestas ante insuficientes medidas, calificadas incluso de ausentes en esa reunión, estuvieron todo el tiempo latente con presión de emergencia climática ante la incomprensión compartida por  representanes de países negociadores de carbono y de su sistemático consumo.

Los eventos meteorológicos extremos serán sin dudas, y con aumentos, la situación que se avecina para la Humanidad de este mundo en próximos años con fuertes devastaciones de la ecología em pueblos que recibirán por sus márgenes consteras  superiores niveles de mar embravecido además de crecido hasta extenciones de sequía, huracanes, deshielos, olas de calor y hasta falta de oxígno respirable.

Una almalgama de situaciones climáticas que simplemente serán muy difíciles de enfrentar y sobrevivir porque la Naturaleza revertida no establece diferencias e impactará a unos y a otros, a vulnerables y poderosos, la riqueza de los menos no podrá soportar con todo su fortalecimiento a partir de combustibles fósiles el cataclismo ambiental que aún puede detenerse si el sentido común escucha a científicos junto con la sociedad civil el clamor de justicia climática.