Por María Josefina Arce
La paz no llegó en el 2019 a Colombia, un país con múltiples heridas abiertas, tras un conflicto armado de más de cinco décadas, y que acogió con beneplácito el acuerdo alcanzado hace tres años entre el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y la otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo.
Más retos que aciertos han dejado en la nación sudamericana estos doce meses, en los que no se logró todavía dar respuesta en su mayoría a lo contenido en el histórico acuerdo de paz.
El asesinato de líderes sociales y de ex guerrilleros fue una constante en este año, una situación que al parecer no tiene una solución por el momento y que ensombreció el proceso de paz. De hecho en los últimos días fueron ultimados un dirigente indígena y un ex miembro de la otrora guerrilla.
De acuerdo a un reciente informe del Instituto para el Desarrollo y la Paz desde la firma del acuerdo han sido asesinados 777 líderes sociales y 137 excombatientes en territorio colombiano.
Las movilizaciones que desde noviembre pasado estremecen a Colombia han tenido entre sus reclamos el cumplimiento integral de lo pactado, y el rechazo al incesante asesinato de líderes sociales, indígenas y excombatientes.
La sociedad civil reclama más voluntad política del gobierno del presidente Iván Duque. La opinión de muchos es que el ejecutivo dice estar comprometido con el cumplimiento de algunos puntos y tiene objeciones a otros, pero la mayor parte de los compromisos asumidos no están siendo llevados a cabo.
Desde que Iván Duque se convirtió en presidente de Colombia en agosto de 2018, "el ritmo del proceso de implementación se ha ralentizado", según el Instituto de Estudios Internacionales de Paz Kroc.
Lo cierto es que lenta y ambigua ha sido hasta el momento la implementación del acuerdo de paz, alcanzado en La Habana. En muchos territorios, escenarios antaño del conflicto armado, aún no ha llegado el estado con los planes para incentivar el desarrollo socioeconómico que requieren y están contemplados en el documento.
El Instituto de Estudios Internacionales de Paz señala que el 30% de los compromisos no han iniciado su implementación y precisa que hay apartados especialmente olvidados, como la reforma rural o la sustitución de cultivos ilícitos.
Incertidumbre y evidente falta de voluntad del gobierno rodean a la paz en Colombia para este 2020, un panorama que ya ha comenzado a afectar al presidente Iván Duque, que tiene hoy una desaprobación del 69 por ciento de la ciudadanía.
