Por: Guillermo Alvarado

El ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, aseguró que el gobierno no aceptará condicionamientos por parte de la delegación del Fondo Monetario Internacional, FMI, que se encuentra en la nación austral para iniciar la renegociación de la abultada deuda contratada por la administración de Mauricio Macri.

La misión del Fondo permanecerá en Buenos Aires hasta el 19 de este mes y celebrará reuniones a puerta cerrada con representantes del ejecutivo que preside Alberto Fernández, con el propósito de definir la eventual reestructuración de la deuda con ese organismo.

Como se recordará, Macri intentó frenar la crisis cambiaria y la descapitalización del país contratando un oneroso crédito tipo stand by de 57 mil millones de dólares con el FMI, una medida desafortunada que terminó de hundir la economía y arrastró al abismo a su gobierno.

De ese dinero fueron entregados en distintas cuotas 44 mil millones de dólares y Fernández cuando asumió el cargo renunció al resto, al tiempo que advirtió que Argentina no tiene ninguna condición para pagar esta, ni otras obligaciones.

La economía está en recesión desde mediados de 2018, la inflación supera el 50 por ciento, el valor de la moneda nacional, el peso argentino, respecto al dólar sigue bajando y crecen el desempleo y la pobreza como consecuencia de las medidas de corte neoliberal aplicadas por Macri, que además endeudó al país de una manera impresionante.

Incluyendo el préstamo del Fondo, la deuda pública total de Argentina es de 323 mil millones de dólares, que significan el 90 por ciento del Producto Interno Bruto. Dicho de otra manera, de cada diez dólares que el país produce, debe nueve y solo dispone de uno para generar desarrollo.

Durante los cuatro años del gobierno de Fernández deben pagarse vencimientos por 190 mil millones, para los que no hay dinero por lo que urge reestructurar los plazos.

En estas condiciones, explicó el ministro Guzmán ante el Parlamento, no es posible aceptar ningún compromiso que ponga en peligro la reactivación económica.

"Lo primero que hemos remarcado es que hay una voluntad firme de pagar la deuda. El problema es que no hay capacidad para hacerlo. Para poder pagar la deuda, Argentina tiene que crecer, y para poder crecer se tiene que quitar de encima el peso de una deuda que asfixia", dijo el titular.

El día del arribo de la misión del Fondo Monetario Internacional a Buenos Aires miles de personas salieron a las calles para protestar contra esa entidad, a la que se considera responsable por la pobreza y las desigualdades. Los manifestantes exigieron al gobierno de Fernández que no pague la deuda.

Esta, en definitiva, es la única opción para sacar adelante a un país rico en recursos, pero que estuvo sometido cuatro años al pillaje de una banda inmisericorde y cruel, que causó más daños que el más fuerte fenómeno natural.