Por: Roberto Morejón

Cuba tiene un sistema de salud sólido, pero como el nuevo coronavirus representa una amenaza, aquí adoptan disposiciones para la vigilancia y control de la enfermedad.

La mayor de las Antillas tomó nota del llamado de la Organización Mundial de la Salud para aportar a los ciudadanos información personalizada y fidedigna sobre la pandemia.

Gracias a la solidaridad del gobierno chino, Cuba, entre otros países, contó con información oportuna de tratamientos médicos apropiados.

Para los habitantes de esta nación caribeña constituyó un motivo de esperanza y orgullo saber que en China utilizaron el interferón alfa 2b, de origen cubano, entre los 30 fármacos escogidos para tratar la infección respiratoria.

Junto a esa posibilidad terapéutica los científicos antillanos estudian otras.

Además, la promoción gana espacio en los órganos cubanos de difusión masiva para que los residentes tengan una noción certera del perfil del nuevo coronavirus y las precauciones a tomar.

Al respecto resulta provechoso el surgimiento de una aplicación móvil cubana sobre el nuevo virus que cuenta en su primera semana con 29 mil descargas, gracias a que más de 50 por ciento de la población se conecta a Internet.

Con información disponible, los ciudadanos pueden sentirse protegidos cuando está latente un peligro potencial, ante el cual las autoridades han adoptado procedimientos oportunos y eficaces en puertos, marinas y aeropuertos.

El gobierno actualizó el plan de prevención y control del COVID-19 a fin de contener el riesgo de introducción y propagación, muy latente por la detección de casos en América.

En la estrategia destacan los consultorios del médico de la familia, encargados de facilitar información y atender padecimientos respiratorios desde ahora.

El Ministerio de Salud Pública aumenta la capacitación de su personal, de directivos y de las organizaciones de masas, además de impulsar audiencias públicas en comunidades y centros de trabajo.

La concepción apela a la amplia participación popular en todas las acciones del plan nacional.

Cuba, al igual que otros países, adopta previsiones con el objetivo de evitar la entrada de la enfermedad y, si ocurriera, atenuar afectaciones, pues el Covid-19 en el mundo llegó a más de 97 mil casos, de los cuales casi 3 mil 400 fallecieron.

Cuando Roma, la capital de Italia, blinda espacios públicos con el cierre inédito de escuelas y los parlamentos de varios países aprueban presupuestos de emergencia, en Cuba no se reportan casos, pero diseñan una estrategia bien pensada, con exhortaciones a la calma, vigilancia y responsabilidad personal.