Por Maria Josefina Arce.

Ahorrar se ha convertido también en una necesidad en estos días de pandemia. Ante la disminución del comercio internacional y la persistencia de las genocidas sanciones estadounidenses es esencial controlar en nuestros hogares el consumo de energía.

En estos momentos en que gran parte de la población se encuentra en sus viviendas se tiende a incrementar el empleo de  la electricidad, máxime cuando niños y jóvenes reciben a través de los canales de televisión  orientaciones educativas imprescindibles para mantener el vínculo con la escuela.

Además muchas personas se han acogido al teletrabajo o trabajo a distancia, una opción que el gobierno ha incentivado para disminuir la presencia en calles y centros laborales y evitar la propagación de la COVID 19, y de ese modo salvaguardar nuestra salud.

Pero no podemos perder de vista que el bloqueo norteamericano está ahí y se sigue dificultando la llegada al país del combustible, pues Estados Unidos no ha cejado en su empeño de obstaculizar el desarrollo de la nación caribeña, aún ante los cada vez más intensos llamados a que se ponga fin a esa criminal política.

Una exhortación que se ha incrementado en las últimas semanas en las diversas latitudes, pues el mantenimiento de esa medida unilateral dificulta la respuesta ante la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

El primer ministro cubano, Manuel Marrero, llamó a un uso más racional de ese recurso, primordial en la actualidad para el funcionamiento de hospitales, lugares de aislamiento, institutos de investigación y el transporte de enfermos.

Además su empleo es igualmente necesario para  la producción de alimentos en la industria y la agricultura, y su traslado a los centros donde se comercializan para que lleguen rápido a la población.

De ahí que el jefe de gobierno exhorto a todos a ahorrar tanto como sea posible, pues hasta el momento se ha tratado de no afectar a la zona residencial con cortes energéticos, pero el consumo se ha incrementado a los niveles del periodo vacacional.

El difícil momento que vive el mundo por la emergencia sanitaria y que afecta igualmente a Cuba exige mantener una actitud responsable que va desde el mantenimiento de las medidas higiénicas, el aislamiento social hasta el ahorro de recursos esenciales como el agua y el combustible.