Por Maria Josefina Arce

Aunque a Estados Unidos le moleste, la ayuda médica cubana  es ampliamente solicitada por gobiernos de los diversos continentes y muy bien recibida por los pueblos, sobre todo los más humildes que no tienen acceso a la atención sanitaria.

Desde América Latina hasta África la presencia de las brigadas de profesionales de la Mayor de las Antillas han marcado la diferencias por su alta preparación y su trato afable y humano, alejado del mercantilismo.

La incansable labor de los cooperantes del archipiélago ha contribuido a mejorar los índices sanitarios en las naciones en que han estado presentes y a dar a muchos una nueva esperanza, una mejor calidad de vida.

En primera línea, en el combate contra el cólera en Haití, el ébola en África occidental, en la atención a los damnificados por el fuerte terremoto en Pakistán y en otras muchas situaciones de desastres han estado los cubanos, que han recibido la gratitud y el elogio de pueblos y gobiernos.

En la lucha que hoy libra el mundo contra las COVID 19 igualmente Cuba escribe una nueva página de solidaridad y humanismo. Y a pesar de las presiones y chantajes de Estados Unidos es solicitada su asistencia médica, en un nuevo reconocimiento a los logros en la salud del pequeño y asediado país del Caribe.

El encomiable desempeño de los profesionales cubanos que hoy brindan su apoyo a los pueblos de Italia, Surinam, Venezuela y Togo, por solo mencionar algunos, vuelve a despertar la admiración de muchos, incluso en el propio territorio de Estados Unidos, cuyo gobierno intenta fallidamente desvirtuar la cooperación médica de la Mayor de las
Antillas.

Ahora la organización estadounidense Codepink solicitó que el Nobel de la Paz sea entregado a los médicos cubanos por su lucha contra la enfermedad causada por el nuevo coronavirus en muchos países.  Los activistas estiman que estos profesionales  deben ser incluidos en la lista de candidatos de este año, aun cuando ya pasó la fecha limite para las nominaciones.

Una propuesta similar fue hecha en abril pasado por la organización francesa Cuba Linda, al considerar la actitud solidaria de la nación antillana en la lucha mundial contra la  COVID 19.

No es esta la primera vez que los trabajadores de la salud de la Mayor de las Antillas son propuestos a esta distinción. En 2015 la Conferencia anual de sindicalistas noruegos formuló la sugerencia por la entrega de los médicos cubanos en el combate al ebola en África occidental.

La labor humanitaria de los cooperantes de Cuba no puede ser acallada por los grandes medios y la campaña que lleva a cabo Estados Unidos solo encuentra rechazo en gran parte del mundo, pues millones de personas recuerdan o son beneficiarias de la consagración de los médicos cubanos por salvar vidas.