Pandemia y evasión fiscal

Edited by Maite González Martínez
2020-05-28 08:13:27

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Imagen ilustrativa, foto archivo.

Por: Guillermo Alvarado

La crisis sanitaria universal creada por la rápida transmisión del SARS-CoV-2 dejó al descubierto que muchos países, incluso de los industrializados, carecen de un sistema de salud pública capaz de enfrentar una contingencia como la actual, que involucra a millones de personas.

Uno tras otro, los Estados debieron sacar el dinero guardado en sus arcas para modernizar centros de atención, adquirir equipos, como respiradores artificiales que estuvieron en falta desde los primeros momentos, así como mascarillas, barbijos o nasobucos, como quiera que se les denomine.

Las naciones pobres, mal llamadas en vías de desarrollo, se vieron forzadas a contratar créditos con el Fondo Monetario Internacional y otras entidades, que pasada la emergencia impondrán severas condiciones.

Una cosa quedó clara para todos, y es que las corrientes neoliberales desarbolaron servicios esenciales, entre ellos la salud, para dejarlos en manos del “mercado”, es decir la empresa privada dedicada no a tratar enfermos ni curar enfermedades, sino al desenfrenado deporte de hacer dinero.

Ahora, aún en medio de la tempestad, se habla de todo lo que hay que cambiar cuando esto termine y es momento ideal de que los gobiernos, ricos y pobres, sobre todo estos últimos, se den cuenta de sus debilidades inducidas.

La primera de ellas tiene que ver con los regímenes fiscales, que han sido perversamente torcidos para favorecer a las grandes empresas, las transnacionales y los más ricos, en detrimento de la población.

Alex Cobham, director de la organización británica Red por la Justicia Tributaria, sugirió incluso que muchas corporaciones que están haciendo buenos negocios con la pandemia deberían pagar un impuesto especial a los gobiernos donde tributan.

Entre ellas mencionó al gigante de distribución por internet Amazon, los grandes laboratorios fabricantes de medicamentos, a los que producen medios de protección y equipos de terapia intensiva.

Señaló, además, la ironía de que muchas empresas que ahora están pidiendo ayuda y rescates financieros a los gobiernos, se han dedicado durante años a evadir tributos y tienen sus capitales a buen resguardo en paraísos fiscales.

A nivel mundial, las multinacionales dejan de pagar alrededor de 500 mil millones de dólares en impuestos. Sólo en Argentina la pérdida por este concepto es de 21 mil millones anuales.

Es un tema, amigos, del que hay mucha tela que cortar y que abordaremos en próximos trabajos, sobre todo en estos tiempos donde las desigualdades brotan como hongos y marcan el camino hacia ese mundo diferente del que tanto se habla, para cuando retorne la calma.



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