Un mundo afiebrado

Edited by Maite González Martínez
2020-07-10 07:28:54

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Por:,Guillermo Alvarado

Los últimos cinco años han sido los más calurosos en el planeta desde que se comenzaron a llevar registros al respecto, una tendencia que se mantendrá inalterable durante el lustro comprendido entre 2020 y 2024, advirtieron especialistas de la Organización Meteorológica Mundial, OMM.

De hecho, el mes de junio pasado fue el más cálido en la historia, pero en el futuro se espera que los termómetros suban mucho más. Debido a la actividad humana, como la deforestación, la emisión de gases contaminantes y el crecimiento descontrolado de las ciudades, ya ahora hay un incremento de un grado centígrado en comparación con la llamada era pre-industrial, de 1850 a 1900.

La OMM señaló que existe un 70 por ciento de posibilidades de que en algunos meses de los cinco años venideros la temperatura rebase el grado y medio de incremento, lo que abre la ventana a fenómenos desastrosos, como intensas sequías, incendios forestales o graves inundaciones.

Además, esto pone en peligro las metas propuestas en el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, que aún no ha entrado en vigencia y está lleno de incertidumbres sobre el propósito de lograr que antes de fin de siglo el calentamiento global esté por debajo de los dos grados centígrados.

Ya en estos tiempos están ocurriendo cambios drásticos en lugares que son habitualmente fríos, como en Siberia, que sufrió la inédita temperatura de 38 grados, o en el Ártico, donde el termómetro marcó diez puntos por encima de lo normal.

La organización advirtió, además, que la disminución de la emisión a la atmósfera de bióxido de carbono y otros gases contaminantes durante la cuarentena por la pandemia de covid-19 no tendrá un efecto notable a largo plazo en el cambio climático.

Esta baja ha ocurrido, en efecto, pero es un episodio de corta duración como para alterar el fenómeno del calentamiento de manera significativa, tomando en cuenta que el ser humano lleva siglos agrediendo su entorno natural.

Lo que sí puede pasar es que la crisis sanitaria y económica de alcance internacional por el coronavirus, se sume a los trastornos climáticos para hacer más difícil la vida de buena parte de la población.

Este sería un buen momento para que los líderes mundiales hicieran un esfuerzo con el propósito de detener la contaminación y cambiar los modelos irracionales de producción y consumo que hacen que el planeta esté afiebrado.

Para lograrlo hace falta una voluntad política colectiva, que ponga el futuro de nuestra especie por encima de consideraciones individuales o del afán desmedido de ganancias y acumulación de riquezas.



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