Por María Josefina Arce (RHC)
Esta ha sido la Semana Internacional de la lactancia materna, instaurada en 1992 por la OMS, Organización Mundial de la Salud, y UNICEF, Fondo de la ONU para la Infancia, para promover esta práctica que ofrece a los niños el mejor comienzo en la vida.
Múltiples estudios científicos revelan que la leche materna fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, protege de las enfermedades infecciosas y crónicas, reduce la mortalidad por padecimientos frecuentes en la infancia y ayuda a una recuperación más rápida.
Aún en medio de la COVID 19 la OMS recomienda a las madres amamantar a sus hijos, pues los estudios realizados no han encontrado que haya peligro de un contagio.
Una de las políticas de Cuba ha sido incentivar la lactancia materna, a través de su sistema de salud y de los medios de comunicación.
En este propósito también ha sido esencial el acompañamiento del médico y la enfermera de la comunidad, quienes orientan a la gestante y a la familia sobre los reconocidos y probados beneficios de la leche materna.
La nación caribeña cuenta además, con los llamados Bancos de leche humana, que son un aporte esencial para garantizar la salud de los niños que no pueden recibir ese alimento de sus madres por determinadas razones.
La mayor isla de las Antillas cuenta a lo largo y ancho de su territorio con más de diez instalaciones de ese tipo, que tienen su fortaleza en el apoyo de madres donadoras que de esta forma ayudan a bebés con bajo peso al nacer o con deficiencias nutricionales.
Estas instituciones reciben el apoyo de UNICEF, que ha donado los equipos necesarios para la pasteurización de la leche.
Asimismo en el país fue creado el Centro Nacional de Capacitación en lactancia materna, en el que profesionales de la salud actualizan sus conocimientos sobre esta temática.
Cuba trabaja para incentivar la lactancia materna, consciente de los múltiples beneficios que reporta para las madres y sus hijos, que reciben la mejor atención a través de su reconocido Programa Materno Infantil.
