Con organización y prudencia reinician período lectivo en Cuba

Edited by Lorena Viñas Rodríguez
2020-09-01 08:06:22

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Inicio del curso escolar 2020-2021. Foto: Granma.

Por: Roberto Morejón

Cuba reinició un año lectivo singular a causa de la pandemia por la COVID-19, de ahí la demanda de una mayor atención de la sociedad.

La tradición de comienzo del curso escolar en septiembre de todas las provincias y comunidades por remotas que fueran, ha sido quebrada en la fase 2020-2021.

La Habana y otros territorios con focos y eventos de contagios por la COVID-19 aplazaron el regreso a las aulas, lo que exigió un esfuerzo material y organizativo suplementario.

Súmese a esa peculiaridad que los expertos trazaron contenidos de enseñanza atípicos, después de que el alumnado permaneciera alejado varios meses por la transmisión autóctona de la dolencia.

Para maestros y profesores implica un reto llenar ese vacío y avanzar en un período en el que todavía persisten situaciones sanitarias comprometidas en sitios puntuales.

Pero la experiencia y habilidades del Ministerio de Educación y el apoyo estatal que privilegia esa rama junto a la salud pública en las erogaciones para el presupuesto, contribuyen a sostener los empeños únicos del año académico.

La mayor de las Antillas enfrenta ese proceso con la obligación de reducir las matrículas por aulas y crear el entorno idóneo para que discípulos y educadores observen estrictas medidas higiénico-sanitarias y así evitar contagios del SARS-Cov-2.

Mientras La Habana y otras regiones trabajan con rebrotes de la enfermedad, el resto del archipiélago tiene el mandato de avanzar con calidad en la instrucción, sin dejar de atender que alguien con síntomas llegue a las escuelas.

Los padres tienen una responsabilidad mayúscula, al evitar que sus hijos acudan a los planteles con la salud en precario.

Pero si están sanos, deben prestar la mayor cooperación a los directivos escolares, pues la instrucción no es solo un asunto del sistema educacional.

Mucho más cuando la nación caribeña sufre el impacto de la pandemia y de la tormenta tropical Laura, fenómeno meteorológico que dañó poco menos de 300 instituciones educacionales.

Además, la economía atraviesa por circunstancias adversas por todo lo anterior y el recrudecido bloqueo estadounidense.

Entonces debe evaluarse como un éxito que aún en medio de acontecimientos negativos, el país pueda dar luz verde al retorno de niños y jóvenes a las aulas, incluso con 97 por ciento de cobertura docente y horarios escalonados.



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