Foto: Archivo/RHC.

Por: María Josefina Arce

En septiembre de 1995 en la capital de China se adoptó la histórica Declaración y Plataforma de Beiying, catalogada como el plan más progresista que jamás había existido para promover los derechos de la mujer.

Veinticinco años después, aunque se han registrado ciertos avances, aún el mundo tiene una deuda pendiente:  lograr la igualdad de género en todas las dimensiones de la vida.

Una meta que enfrenta hoy nuevos desafíos. La COVID 19 pone en peligro muchos logros y afecta en una mayor medida a este sector poblacional, alertó la ONU en la reunión de alto nivel para conmemorar el aniversario 25 de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la mujer de Beiying.

El organismo Internacional afirmó que para el próximo año se estima que 47 millones de mujeres y niñas se verán en la extrema pobreza, a causa del impacto socioeconómico de la pandemia.

Cuba llega a este encuentro con incuestionables logros, pero consciente de que hay que continuar reforzando las acciones pues todavía subsisten manifestaciones machistas.

El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, dijo en cierta ocasión que "Sin la mujer la obra ingente de la revolución no habría sido posible", lo que resume el lugar que ocupan hoy las féminas en cada esfera de la vida económica y social del país.

La nueva Constitución, aprobada el pasado año, mantiene y reafirma el principio de igualdad y no discriminación.

Las cubanas representan en la actualidad casi el 82 por ciento de los docentes,   el 62 por ciento de los médicos y el 53,5 por ciento de los trabajadores en el sistema de las ciencias, la innovación y la tecnología.

El Parlamento cubano tiene una amplia representación femenina. Más del 53 por ciento de los escaños están ocupados por mujeres, mientras constituyen el 47,6 por ciento de los miembros del Consejo de Estado.

Por demás, tienen derecho, como el resto de los ciudadanos, a la educación y la salud, que de manera gratuita garantiza el Estado.

Cuba ha sido reconocida en numerosas ocasiones por organismos internacionales por sus logros en materia de igualdad de género, en especial los relacionados con la incorporación de las mujeres a las actividades productivas y la protección de sus derechos sexuales y reproductivos.