OIT prevé más pérdidas de empleo por Covid-19. Imagen / Prensa Latina.

Por: Guillermo Alvarado

Las mujeres, los jóvenes menores de 25 años y las personas con escasa preparación escolar y técnica son las principales víctimas del incremento del desempleo causado en América Latina y el Caribe por la pandemia de covid-19, señalaron organismos especializados.

Un informe conjunto de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, y la Comisión Económica de la ONU para Latinoamérica y El Caribe, CEPAL, indica que en 2020 la tasa de paro creció de manera acelerada y su recuperación será lenta.

Si la región mantuviera un ritmo ideal para las actuales circunstancias de un incremento del Producto Interno Bruto, PIB, del 3 por ciento, los índices que había antes de la crisis sanitaria se alcanzarían en 2023.

Pero, si el crecimiento se mantuviese al nivel promedio de la última década, es decir del 1,8 por ciento, estos resultados llegarían hasta el 2025.

En el panorama más sombrío, de 0,4 puntos logrados en los últimos seis años, no habrá ninguna recuperación del empleo en la próxima década.

Otro dato muy preocupante es que debido al cierre masivo de micro, pequeñas y medianas empresas la pérdida de puestos laborales se elevó hasta los 47 millones con respecto al año pasado.

La economía y el mercado laboral en nuestra zona sufrieron los peores golpes de los últimos 100 años, con graves costos.

Entre los más afectados figuran las mujeres, que tradicionalmente tienen mayores dificultades para acceder a un empleo, o lo hacen con grandes desventajas respecto a sus colegas hombres.

También están aquellos jóvenes de entre 17 y 25 años, muchos de los cuales buscan su primer trabajo con pocas posibilidades de éxito. El documento señala que la covid-19 está generando grandes cicatrices en el expediente laboral de mucha gente.

Están, asimismo, aquellos con escasa preparación que deben realizar labores no compatibles con el trabajo a distancia, que no han tenido más opciones que enfrentar los riesgos de la enfermedad, o perder su fuente de ingresos.

Aunque la pandemia cediera terreno en la primera mitad de 2021, de todas maneras las posibilidades de reinsertarse al trabajo de mucha gente seguirán siendo remotas, lo que extenderá la crisis económica y social a menos que los gobiernos adopten las medidas adecuadas.

Entre ellas figura hacer programas donde se combine la capacitación con el pago de prestaciones para incentivar a las personas, así como ofrecer ayuda financiera a las micro, pequeñas y medianas empresas y permitir que éstas resistan el impacto de la crisis sanitaria y económica global.   FIN