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Por María Josefina Arce
El bloqueo estadounidense golpea y ha golpeado fuerte durante casi sesenta años, especialmente en 2020. Millonarias han sido las pérdidas económicas y las afectaciones a sensibles esferas como la salud, la educación y la alimentación.
Pero el proyecto de país que comenzó a construirse en enero de 1959 ha permitido con un gran esfuerzo y voluntad política resistir, crear, innovar y garantizar al pueblo elementales derechos humanos.
De hecho en la compleja situación creada por la COVID 19 y el reforzamiento de las acciones hostiles de Estados Unidos, ningún ciudadano quedó desamparado y ha contado en todo momento con la atención médica requerida, sin costo alguno.
Del compromiso de la Mayor de las Antillas con las prerrogativas ciudadanas hablan sus avances en la salud, la educación, las investigaciones científico-técnicas, la cultura y el deporte, reconocidos por demás, por la comunidad internacional.
Cuba es una de las naciones de América Latina y el Caribe que mayor parte de su presupuesto destina a la atención sanitaria, la enseñanza y la seguridad social.
Uno de los derechos fundamentales de los cubanos es su participación en la toma de decisiones y en la conformación de importantes documentos, como parte de la democracia participativa que caracteriza a nuestra sociedad.
El Código de Trabajo y la nueva Constitución fueron aprobados, tras un exhaustivo y amplio debate popular, en que de forma abierta y transparente cada ciudadano pudo expresar sus opiniones y sugerencias.
El país, asimismo, ha trabajado intensamente por el reconocimiento social al decisivo papel de la mujer en el desarrollo socioeconómico y la defensa de nuestra integridad.
Hoy las cubanas ocupan importantes puestos en las distintas instancias de gobierno. De hecho Cuba es el segundo país del mundo con un mayor número de mujeres parlamentarias.
Signatario de convenciones y tratados sobre la protección de los derechos de niños y jóvenes, destaca igualmente el archipiélago en la atención a este sector en todos los ámbitos.
La COVID 19 ha venido a agravar la situación de este segmento poblacional en el mundo, 24 millones corren el riesgo de abandonar la escuela y el número de ellos que viven en la pobreza se ha disparado en 15 por ciento. Pero ninguno es cubano.
Cuba ha sido objeto del bloqueo más largo de la historia, recrudecido en medio de una pandemia por la administración del presidente Donald Trump, sin embargo nunca ha traicionado su compromiso con la construcción de una sociedad más justa e inclusiva que vele por el bienestar de todos los ciudadanos y garantice los más elementales derechos humanos.
