Por: María Josefina Arce
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Los ecuatorianos acudirán a las urnas el venidero 7 de febrero en unas elecciones generales, marcadas por la COVID 19 y un número récord de 16 aspirantes a la presidencia del país.
Profundas tensiones políticas han caracterizado el proceso electoral, en el que en un inicio estuvo latente la posible participación del ex mandatario Rafael Correa,
finalmente inhabilitado tras las maniobras de la justicia, en contubernio con la derecha.
Otro suceso que puso de relieve las aspiraciones de los elementos más reaccionarios de quedarse en el poder fueron los intentos de impedir también la participación de Andrés Arauz y Carlos Rabascall, del Movimiento Unión por la Esperanza, apoyados por Correa.
Por demás, a solo poco más de 30 días de los comicios el Tribunal Contencioso Electoral determinó la destitución de cuatro de los cinco miembros del Consejo Nacional Electoral, que no obstante, afirmó que se mantenía la fecha de los comicios.
Complejo es el panorama económico, social y sanitario en que se llega a estos comicios.Han sido cuatro años de un impopular gobierno del presidente Lenín Moreno, cuya gestión, de acuerdo con los sondeos, es desaprobada por 90 por ciento de los ciudadanos.
Ineficiente ha sido el enfrentamiento a la pandemia. Ecuador ha estado entre las naciones con mayor número de contagiados y fallecidos.
Los hospitales han colapsado y el personal sanitario ha demandado constantemente medios de protección y de insumos para atender a los enfermos.
También bajo el mandato de Moreno retornó al país el controvertido FMI, Fondo Monetario Internacional, conocido por sus recetas de ajuste, lo que provocó fuertes protestas populares.
En medio de toda esta situación, se realizarán las elecciones, las que de acuerdo con sondeos no despiertan mayor entusiasmo en los ecuatorianos, 40 por ciento de los cuales están indecisos con respecto a quién le darán su voto.
Un hecho en el que sin dudas, incide el gran número de candidatos, aunque hasta el momento se perfilan tres favoritos para acceder a la presidencia. Ellos son Arauz y los candidatos del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutic, Yaku Pérez, y de la Alianza Creando Oportunidades-Partido Social Cristiano, el empresario Guillermo Lasso.
El venidero 7 de febrero los ecuatorianos tendrán la oportunidad de cambiar el rumbo del país, de retornar a los años en que Ecuador apostaba por la justicia social, por la inclusión y oportunidades para cada ciudadano.
