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Por María Josefina Arce.
La COVID 19 no cede terreno en América Latina, que en las últimas semanas vivió los peores momentos de la pandemia. Mayo se confirmó como uno de los meses más letales, cuando la zona registró la tasa de mortalidad más alta del mundo. Ciento 62 personas por cada 100 MIL habitantes murieron a causa del virus.
Y está lejos de disminuir la incidencia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, pues se van sumando más naciones latinoamericanas al crítico panorama sanitario imperante.
Carissa Etienne, directora de la OPS, Organización Panamericana de la Salud, advirtió que los casos y las muertes se mantienen en niveles alarmantes en América Latina y el Caribe.
Seis países de la región se enfrentan al riesgo de un colapso hospitalario, entre ellos está Paraguay, que en la última semana registró más de 20 MIL positivos.
Hoy el país suramericano tiene casos de COVID 19 en más del 90% de su territorio, la mayoría de ellos, según las autoridades, corresponden a la variante denominada P-1, detectada en Brasil.
Desde el pasado 20 de mayo la nación superó en seis ocasiones la barrera de los tres MIL contagios diarios y en siete la de más de cien fallecidos en 24 horas.
El director de terapias del Ministerio de Salud, Angel Nuñez, señaló que unas 200 personas esperan actualmente por el ingreso en esas unidades.
Personal sanitario ha afirmado que Paraguay, que ya se acerca a los 10 MIL fallecidos, no puede seguir contando muertos a causa de la COVID 19, por lo que demandó medidas del gobierno para frenar la propagación de la enfermedad.
La gestión del gobierno que preside Mario Abdo Benítez ha estado marcada este año por el descontento popular ante su respuesta a la crisis sanitaria, económica y social que vive el país.
Paraguay ha sido escenario de multitudinarias protestas que llevaron incluso, a pedir la renuncia del mandatario ante el insuficiente suministro de medicamentos para enfrentar la pandemia y la lentitud de la campaña de vacunación.
La Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay responsabilizó al poder ejecutivo, legislativo y judicial de inacción deliberada ante el crítico panorama sanitario. En una carta pública en abril pasado la entidad culpó a los tres poderes de encubrir el enriquecimiento de algunos sectores con los medicamentos e insumos deficitarios en los hospitales públicos.
Paraguay es uno de los países de América Latina con menor gasto social. La pandemia, que en un primer momento fue controlada, llevó a la larga a qué salieran a flote el descontento popular por las grandes desigualdades existentes en la nación suramericana.
