Multitudinarias protestas en Brasil contra Jair Bolsonaro. Reuters
Por María Josefina Arce.
Cada vez gana más terreno la desaprobación a la gestión ante la COVID 19 del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y la demanda de que se le abra un juicio político encaminado a su destitución por diferentes crímenes de responsabilidad.
De acuerdo con una encuesta del Instituto Datafolha, en más de 50% se sitúa el rechazo al mandatario, mientras crece el apoyo a un juicio político a medida que avanzan las indagaciones de la Comisión de Investigación del Senado sobre el manejo gubernamental de la pandemia.
Ahora se conoció que la policía federal brasileña abrió formalmente una investigación contra Bolsonaro por prevaricación frente a actos de corrupción en la adquisición de vacunas contra la COVID 19, que ya ha dejado en el país suramericano más de 533 mil muertos.
La investigación está sustentada en la denuncia de varios senadores, quienes afirmaron que habían informado al presidente sobre las irregularidades en la negociación para la compra del inmuno indio COVAXIN.
Noventa días tendrá la policía federal para determinar si Bolsonaro tomó medidas cuando fue informado de las anomalías en la negociación del contrato, que finalmente llevó a que la vacuna fuera comprada mucho más cara que otros fármacos.
Ya el encargado de logística del Ministerio de Salud fue cesado de su puesto por presionar a funcionarios de la cartera para acelerar la importación del fármaco indio, a pesar de las advertencias de irregularidades en el contrato.
De comprobarse que Bolsonaro ignoró las alertas sobre las sospechas de corrupción en el proceso de adquisición del inmunizante , la Fiscalía podrá presentar una denuncia ante la Corte Suprema
De acoger la máxima corte la denuncia, solo podrá iniciar un juicio con el aval de una mayoría de dos tercios del pleno de los 513 miembros de la Cámara de Diputados.
La criticada gestión del gobierno ante la enfermedad causada por el nuevo coronavirus y los escándalos de corrupción han llevado a los brasileños a las calles para pedir la renuncia del presidente.
Bolsonaro enfrenta una fuerte presión popular. Desde que llegó la COVID 19 al país suramericano ha sido duramente criticado por su irresponsable accionar. En contra del uso de mascarillas, del distanciamiento social y de fuertes medidas para disminuir la movilidad, el mandatario impulsó además, el empleo de medicamentos ineficaces contra la dolencia como la cloroquina.
A esto se suma ahora su posible conocimiento de un esquema de corrupción en el Ministerio de Salud ligado a la compra de vacunas, sobre las cuales, recordemos, había expresado sus dudas.
Bolsonaro está en el centro de la tormenta y aunque cuenta con apoyo en el Congreso, lo cierto es que está enfrentando un año bastante difícil y cada vez se alejan más sus aspiraciones de ser reelecto en los comicios generales del próximo año.
