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Por: Roberto Morejón 

Como la presencia de colaboradores cubanos de la salud en Haití se remonta a 1998, puede afirmarse que la sufrida población, expuesta a cataclismos naturales, siempre ha contado con la asistencia rápida de los médicos antillanos.

Ante el sismo más reciente, que obligó a decretar estado de emergencia por un mes, NO ha sido la excepción.

Casi después de sobreponerse a las primeras manifestaciones de la sacudida de la tierra, buena parte de los casi 300 profesionales cubanos brindaron auxilios a heridos y otros damnificados.

En medio de edificios en ruinas, escombros en las calles y personas que rescatan a sus compatriotas, los aguerridos y capacitados médicos de la mayor de las Antillas se colocaron al servicio del Ministerio haitiano de Salud.

Ellos organizaron improvisados consultorios en las afueras de hospitales dañados por derrumbes parciales o totales.

Como en el terremoto de 2010, después de la epidemia de cólera y tras el paso de huracanes devastadores, los cubanos asentados en el territorio atendieron los reclamos de los lugareños.

Para un pueblo víctima de tantas catástrofes naturales y sometido a la inestabilidad política agravada por el asesinato del presidente Jovenel Moise, la presencia de los médicos, enfermeros y técnicos cubanos representa un alivio. 

Es cierto que además de curar heridas y traumas psicológicos por el más reciente movimiento telúrico, los haitianos tienen concentrada su atención en cómo encontrar resguardo, porque muchos quedaron a la intemperie.

Pero salvar la vida figura como el objetivo más inmediato, y ahí los profesionales de bata blanca enviados por la mayor de las Antillas en cumplimiento de acuerdos con Puerto Príncipe, juegan un papel determinante.

Y lo hacen sin intervenir en los asuntos internos del país, emitir opiniones sobre el curso social y siempre en cumplimiento de instrucciones dadas por el gobierno local.

La misión de los cubanos es técnica y humanitaria y para nada se desvía hacia otras direcciones, un asunto manipulado por la gran prensa corporativa y en redes sociales.

Para aquellos que ponen en tela de juicio las misiones médicas de Cuba en el exterior en correspondencia con convenios suscritos con los países beneficiados, valga la rápida y eficiente respuesta de los médicos cubanos en Haití como una evidencia de la utilidad de tales socorros para pueblos urgidos del vital servicio.