Radicales estadounidenses no van de week-end

Edited by Maite González
2021-09-03 08:33:07

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Imagen / CnnEspañol

Por: Roberto Morejón

Si alguien auguró la desarticulación de los extremistas leales al expresidente estadounidense Donald Trump tras la derrota de este en las pasadas elecciones, debe lamentar su osadía, pues los aludidos muestran su grotesca oreja.

Instituciones de inteligencia del país norteño alertaron sobre lo que llamaron entorno de amenaza diverso y desafiante, próximo al vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El secretario de seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, advirtió que los potenciales autores de los desmanes serían terroristas locales, individuos y grupos involucrados en violencia, así como los inspirados por lo que calificó de “influencias extranjeras malignas”.

Por otras fuentes se conoció que extremistas de la ultraderecha tienen previsto acudir al Capitolio para reclamar lo que consideran un acto de “justicia” para los cientos de participantes en la bochornosa conjura del seis de enero, fecha del asalto al Capitolio.

Versiones de prensa refieren incidentes peligrosos aislados en las últimas semanas, como el de un hombre estacionado frente a la biblioteca del Congreso, portador ----según dijo--- de una bomba.

Lo cierto es que independientemente de las especulaciones, los indicios apuntan hacia un reverdecimiento del imaginario de los asaltantes.

Aquellos malhechores frenéticos hirieron a un centenar de agentes y causaron daños por valor de más de un millón de dólares, en una acción que dejó atónita a la comunidad internacional.

La muy democrática nación norteña caía rendida ante grupos intolerantes alentados por el Presidente de turno, negado a admitir su derrota electoral.

Hoy, los estadounidenses que creían asunto del pasado nombres como los de las bandas Oath Keepers y Proud Boys, constatan su actividad.

Es así a pesar de que varios de sus integrantes forman parte de las más de 600 personas acusadas por participar en la insurrección trumpista del seis de enero.

Para colmo, los radicales conspiran cuando el país trata de recuperarse de la abrupta derrota militar en el Afganistán ocupado por 20 años, hoy con el Movimiento Talibán en el poder, para escarnio de Washington.

No es propicia la coyuntura para asimilar la noticia de que los radicales domésticos NO se van de week-end en este verano y siguen retadores.



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