Apuntes para una agenda (V)

Edited by Maite González
2021-09-10 06:55:01

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Por: Guillermo Alvarado

Como todos los viernes, amigos, va una nueva entrega con mis sugerencias sobre la agenda que Estados Unidos debería preparar con vistas a la Cumbre convocada por el presidente, Joe Biden, para tratar con amigos y servidores sobre democracia, derechos humanos y lucha contra el terrorismo.

En mi anterior trabajo mencioné el tema del narcotráfico y los estragos que causa en la sociedad del país norteño, aclarando que esa nación no sólo es víctima, sino que también un activo actor en este drama al que pocos escapan en el mundo de hoy.

Hay abundante literatura sobre cómo la guerra contra Vietnam, y sus ramificaciones hacia Laos y Camboya, derivaron en nuevas rutas de opio y otros estupefacientes hacia el norte de América, además de volver adictos a decenas de miles de soldados del Pentágono.

Resulta que existe un vínculo muy estrecho entre las operaciones armadas estadounidenses y el florecimiento de la fabricación y trasiego de drogas. Sirva de ejemplo Colombia, prácticamente ocupada con numerosas bases norteamericanas para combatir el narcotráfico y el terrorismo.

Sin embargo, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ubicó una vez más al país sudamericano como el principal productor y exportador de cocaína en el mundo durante 2020, posición que también ocupó en el informe del año anterior.

Afganistán estuvo ocupado durante 20 años por las tropas estadounidenses y sus aliados de la OTAN, hasta su vergonzosa salida de finales de agosto, y entre las herencias que dejaron allí, está que esa nación tiene ahora enormes cultivos de amapola, materia prima del opio y la heroína.

No es que no se produjeran antes, pero llama la atención que luego de dos décadas de presencia militar extranjera, en vez de disminuir, aumentó.

El Plan Mérida impuesto por Washington a México y Centroamérica en 2008 para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, tuvo un efecto contrario, como cualquiera puede constatar con sólo coleccionar noticias de prensa.

Hubo un antecedente durante la guerra contra la Revolución Sandinista, cuando militares, como Oliver North, y consejeros políticos de la talla de Elliott Abrams, coordinaron el trasiego y venta de drogas en Estados Unidos para financiar ese sucio conflicto.

Una consecuencia de la operación, en la que participó la CIA, fue la llamada “epidemia de crack” en la ciudad de Los Ángeles que arruinó la vida de decenas de miles de personas.

Coincidirán conmigo en que será interesante ver cómo Biden explica estas cosas, cuando hable de democracia, derechos humanos y terrorismo.



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