Claver-Carone se opuso al restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE.UU.
durante la etapa de Barack Obama. Foto tomada de Cubadebate
Por Roberto Morejón (RHC)
Hombre de Trump y conocido por su radicalismo derechista, el presidente del BID, Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone, afirmó que sostiene una posición apolítica.
Durante una sospechosa visita este mes a Paraguay y Uruguay, el abogado que militó en el grupo más cercano al ex presidente republicano, se explayó acerca de lo que califica como competente gestión al frente del BID.
Sería un error circunscribir la trayectoria de este abanderado del neoliberalismo rampante al ámbito económico, dada su vinculación con corrientes políticas retrógradas.
Antes de ser impuesto por Donald Trump al frente del BID contraviniendo una tradición que favorece la designación de latinoamericanos, este sujeto nacido en Miami, de madre cubana y padre español, actuó como adjunto del presidente de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad Nacional.
Antes fue director de una organización que alega promover los derechos humanos y ataca a gobiernos progresistas.
Vinculado a la lucrativa industria anticastrista, Claver-Carone se opuso al restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos durante la etapa de Barack Obama y ganó proximidad al senador Marco Rubio, de rabiosa inclinación contra el archipiélago caribeño.
Ya en el equipo de Trump, a quien susurraba recrudecer el bloqueo contra La Habana, Claver-Carone viajó a Buenos Aires como representante de Estados Unidos en la toma de posesión del presidente Alberto Fernández.
De allí salió bruscamente al saber que entre los invitados figuraban el ecuatoriano Rafael Correa y el venezolano Jorge Rodríguez.
Parapetado con las riendas del BID, el flamante funcionario confiesa oponerse a las inversiones de China en América Latina.
Poseedor de los hilos para el otorgamiento de préstamos en el BID, su presidente alaba y premia a los gobiernos que aplican el libre mercado de manera ortodoxa.
Como los de Paraguay y Uruguay, países que Claver-Carone visitó en septiembre, cuando ponderó a los presidentes respectivos, Mario Abdo Benítez y Luis Lacalle Pou.
Llamativamente, ellos hicieron intervenciones en la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños contrarias a posturas mayoritarias de contención, de visión integracionista.
Muchos analistas se preguntaron si los estadistas aludidos respondían a señales de Claver-Carone, quien dice mantener una conducta apolítica, aunque nadie le crea.
