Boric (I) y Kast. Foto: Portal Cenital
Presagios funestos
Por Guillermo Alvarado (RHC)
Las elecciones presidenciales celebradas en Chile, la víspera, confirmaron el triste pronóstico del crecimiento de una extrema derecha muy agresiva que alcanzó una buena votación y se alzó por delante de las coaliciones tradicionales, que hasta ahora dominaban el espectro político en ese país.
José Antonio Kast, fundador del Partido Republicano y miembro del reaccionario Pacto Social Cristiano, pasó a la ronda definitiva del 19 de diciembre, junto a Gabriel Boric, un político joven apoyado por la coalición Apruebo Dignidad, en la que está el Partido Comunista.
La diferencia entre ambos es pequeña, menos de dos puntos a favor de Kast, si bien en la segunda vuelta las alianzas que se puedan establecer van a determinar el carácter del nuevo gobierno.
Una sorpresa en la jornada fue el ascenso de Franco Parisi, fundador del Partido de la Gente, quien consiguió casi el 13 por ciento de los votos a pesar de que durante toda la campaña electoral nunca puso un pie en territorio chileno.
Parisi vive en Estados Unidos, a donde viajó para evadir varios procesos judiciales, entre ellos uno por presunta corrupción y otro debido a su negativa a pagar la pensión alimenticia de sus hijos.
Aunque no se le puede encasillar en la extrema derecha, sí tiene varios amigos en ese terreno y no cabe la menor duda de que en el balotaje va a ofrecer su apoyo a Kast.
Ya advirtió que mantendrá igual conducta Sebastián Sichel, quien fue el abanderado de la coalición gubernamental Chile Podemos Más, que en esta ocasión salió fuera de la competencia por el Palacio de La Moneda.
Como se ve, ya está en gestación un proceso de unidad entre las fuerzas más retrógradas del país sudamericano, lo cual significa una amenaza que de ninguna forma se puede tomar a la ligera.
Las cosas no van igual de rápido respecto a Boric, quien debe negociar con inteligencia. Ya la Democracia Cristiana, fuerza tradicional en Chile, dijo que no llamará a votar por Kast, pero tampoco “dará un cheque en blanco”, claro mensaje de que espera arrancar compromisos para ofrecer su mano.
En realidad, la principal oportunidad para que Apruebo Dignidad gane la presidencia de Chile es convencer a los jóvenes, en particular a los que participaron en las protestas de 2011 y 2019 y no salieron a votar ayer.
Son ellos, y los todavía indecisos, los que pueden aportar el principal caudal de sufragios y evitar la tragedia de que la extrema derecha asuma el gobierno.
Hay otros elementos sobre el futuro inmediato chileno, amigos, que abordaré en próximos trabajos.