EE.UU. extraviado en los patios

Edited by Lorena Viñas Rodríguez
2022-01-24 08:26:20

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Por: Roberto Morejón

En las tentativas deslucidas por reflejar distancia de la era de Donald Trump, la administración demócrata estadounidense se atasca en contradicciones, como al apreciar su relación con América Latina, desatino sobre el que llamaron la atención en la Cancillería cubana.

A un año de su mandato, el presidente Joseph Biden asumió un talante edulcorado hacia América Latina, sin acabar la era estilo Monroe.

La región al sur del Río Bravo figuró como el patio trasero de Estados Unidos y así lo concretaron con intervenciones militares, políticas y económicas.

Biden procuró desvanecer esa visión hegemonista que del poder en la nación norteña tienen, con razón, latinoamericanos y caribeños, y cayó en el rejuego de terminologías, al afirmar que ahora el subcontinente es el patio delantero.  

En lo que un gobernante latinoamericano calificó de “ascenso” no deseado, Biden siguió tildando al área como patio, lo que a juicio de analistas lo mostró como rehén de los estereotipos de los que dice apartarse.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, escribió en Twitter que la política estadounidense busca limitar soberanías para garantizar intereses de dominación y subrayó que América Latina y el Caribe no son patio trasero ni delantero de nadie.

“El sistema hegemónico panamericanista promovido por Estados Unidos desde el siglo diecinueve persigue esa ambición racista y colonialista, cayó en crisis desde hace mucho y no se va a recuperar”, expresó Rodríguez. 

Más allá de reacciones en muchos casos críticas generadas por las apreciaciones de Biden sobre América Latina y el Caribe, saltan a la vista las paradojas de su gestión.

Muchas de sus promesas de campaña quedaron por el camino, como en el caso de Cuba, hacia cuyo país mantuvo el recrudecimiento genocida del bloqueo dictado por Donald Trump, a quien dice denostar.

Durante su proselitismo Biden habló de flexibilización, de lo que solo queda el recuerdo.

En relación con Venezuela mantiene al fantasma Juan Guaidó como interlocutor a pesar de su descrédito, corrupción y pérdida de seguidores.

Sobre Colombia prosiguió con la política candorosa a pesar de las más de 90 masacres ocurridas durante 2021.

En materia de migración poco han hecho los demócratas por remodelar la desastrosa herencia de Trump.

Un cambio de la política miope de Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe no se concreta únicamente con un fallido rejuego semántico.



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