La Cámara de Diputados aprueba proyecto para liberar el uso de agrotóxicos
Por: María Josefina Arce
"Enferma, deforesta y mata", así califican organizaciones ambientalistas, de la sociedad civil brasileña y de la oposición política la estrategia del gobierno del presidente Jair Bolsonaro de liberar gran cantidad de agrotóxicos, en contubernio con el sector agrícola, con una poderosa presencia en el Congreso.
En los últimos días la Cámara de Diputados dió luz verde a un polémico proyecto de ley que flexibiliza el control y la aprobación de estas sustancias químicas, lo que puede acarrear riesgos para la salud y el medio ambiente.
La propuesta, que ahora debe ser evaluada por el Senado, otorga al Ministerio de Agricultura el poder de autorizar nuevos productos, un proceso que actualmente incluye a la Agencia de Vigilancia Sanitaria y al Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables.
Desde su llegada en 2019 a la presidencia, Bolsonaro ha apoyado al sector agrícola incentivando la extensión de sus negocios, incluso en detrimento de la Amazonía, y la aprobación del uso de estos químicos, a pesar de las alertas sobre los daños que pueden ocasionar.
De acuerdo con la ONU, el empleo de los agrotóxicos son responsables de 200 mil muertos por intoxicación aguda cada año y más del 90% ocurren en países en desarrollo como Brasil.
Investigaciones realizadas en territorio brasileño arrojaron que cada ciudadano consume un promedio anual de más de siete litros de esos compuestos químicos, presentes en los productos agrícolas.
No obstante, a solo ocho meses de iniciado el mandato de Bolsonaro ya se había autorizado la utilización de 262 nuevos productos de este tipo, uno de ellos el Sulfoxaflor asociado con el exterminio de abejas en algunas regiones de otras naciones.
De enero a diciembre del pasado año la cifra de estas sustancias avaladas ascendía a 550.
En opinión de muchos, Bolsonaro devuelve con favores el apoyo del sector agrícola para su llegada al Palacio del Planalto. De hecho al frente del Ministerio de la Agricultura designó a Tereza Cristina Correa da Costa, líder hasta ese momento del Frente Parlamentario de la Agropecuaria y una de las principales defensoras de la flexibilización del uso de los agrotóxicos.
Bajo el pretexto de incrementar la producción, el gobierno de Bolsonaro está pasando por encima de la opinión pública y de las instituciones sanitarias.
Este proyecto gubernamental significa poner en los alimentos destinados a los brasileños sustancias que provocan cáncer, mutaciones genéticas, trastornos hormonales y todo tipo de afectaciones a la salud humana, pero también al medio ambiente.