Por María Josefina Arce.
"...un pueblo que no tembló en la Crisis de Octubre, ese pueblo no podrá ser jamás vencido", así se refirió el líder histórico de la revolución Fidel Castro a la valentía de los cubanos en aquellos días de 1962, en que tuvo lugar uno de los incidentes más grave del periodo de la Guerra Fría.
Fueron jornadas de gran tensión, en las que el mundo estuvo al borde de una guerra nuclear. Mucho se ha hablado de la también llamada "Crisis de los misiles", que dejó bien clara la decisión del pueblo cubano de defender su independencia y de la postura transparente y a favor de la diplomacia de Fidel Castro.
Aquellas críticas jornadas estuvieron antecedidas por el reforzamiento de la política agresiva de Estados Unidos hacia la naciente revolución cubana, lo que todavía se mantiene aunque con otros escenarios de fondo.
Tras el fracaso de la invasión mercenaria de Playa Girón en abril de 1961, financiada por Washington, creció la obsesión con la Mayor de las Antillas y se intensificaron las acciones contra nuestro país para socavar su economía y aislarlo del sistema regional.
Nacería a fines de 1961 la Operación Mangosta, un plan de operaciones encubiertas, encaminado a crear un pretexto para una invasión norteamericana a la nación caribeña.
En ese contexto la entonces Unión Soviética propuso emplazar en territorio cubano un contingente de sus tropas, con cohetes nucleares de alcance medio capaces de cubrir a Estados Unidos, como una forma de disuasión y para eliminar también la ventaja que tenía Washington con sus misiles en Turquía, Italia y Reino Unido.
Recuerdan los historiadores que aunque la propuesta sorprendió y no agradó del todo a Fidel, una consideración de orden ético, ayudar a la Unión Soviética, lo llevó a aceptar. Pero siempre insistió en que se hiciera pública la instalación de ese armamento en nuestro territorio, pues era totalmente legal y con apego estricto al derecho internacional.
En entrevista con el intelectual español Ignacio Ramonet para el libro "Cien horas con Fidel", recuerda el líder histórico de la revolución que entre el 14 y 15 de octubre aviones espías norteamericanos sobrevolaron el territorio cubano y fotografiaron las rampas de lanzamiento.
Esto desencadenaría la crisis, que se fue intensificado con los días, apoyada por la propaganda de carácter beliciosa en suelo estadounidense. Poco después el presidente John F. Kennedy decretó un bloqueo naval contra Cuba, que se movilizaria de inmediato ante la amenaza.
Días después se llegaría a un acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Soviética, sin contar con Cuba, algo realmente inaceptable
En aquellas críticas jornadas de octubre de 1962 el pueblo cubano se creció, no vaciló, estaba en juego la integridad de la Patria. Cómo señalara el Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, en aquellos días toda Cuba fue un Maceo, prócer de nuestra independencia, conocido por su arrojo, valentía e intransigencia patriótica.