Por María Josefina Arce

En Dos Ríos, en el oriente cubano, hace 128 años caía combatiendo por la independencia de Cuba uno de sus más ilustres hijos, José Martí, un hombre de profundas convicciones independentistas, antiperialistas, y de justicia social, y cuya vasta obra nos dejó valiosas lecciones en diversos ámbitos.
  
En sus escritos hay importantes reflexiones por ejemplo, sobre la medicina y la salud, que forman parte de nuestro sistema sanitario y en las cuales se sustenta  la formación académica de nuestros médicos y enfermeras, con valores como el altruismo, la abnegación y la solidaridad.
  
El Héroe Nacional de Cuba señaló que la medicina verdadera es la preventiva, y esa máxima martiana es la que rige un programa de salud creado hace casi cuatro décadas por iniciativa del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, un fiel seguidor de las ideas del Apóstol.
 
El Programa del Médico y Enfermera de la Familia cuenta desde sus inicios con un enfoque clínico, epidemiológico y social, de atención al individuo, la familia y la comunidad.
  
Durante todos estos años ha sido un puntal en la concepción de la salud pública cubana, que prioriza la medicina preventiva. Surgió con la finalidad de alcanzar nuevos niveles sanitarios y para prevenir factores de riesgo y la promoción de estados de vida saludables.
  
Esencial ha sido su participación en las campañas de vacunación a lo largo y ancho del país y que han permitido erradicar varias enfermedades y que otras no sean un problema de salud.
   
Igualmente estuvo presente en la inmunización contra la COVID 19 y en el seguimiento de la recuperación de los enfermos  en cada barrio.
   
En estos momentos se trabaja en su perfeccionamiento para incrementar la calidad de vida de la población y su satisfacción con este servicio que es parte esencial de la atención primaria de salud.
   
Para ello se modifica o incorpora medio centenar de acciones, once de las cuales se encaminan a agilizar el trabajo de documentación en los consultorios médicos y la reducción del número de población a atender, entre otras.
   
Más de once mil consultorios del médico hay en toda Cuba, incluso en las áreas rurales. Destacan los ubicados en las montañas, incluidas en el llamado Plan Turquino, que apuesta por el desarrollo integral y sostenible de esas zonas y el mejoramiento de las condiciones de vida de sus pobladores.
  
Hoy, 19 de mayo, en un nuevo aniversario de la caída en combate de José Martí es válido resaltar sus sabías reflexiones sobre la medicina, pues es también el Día Internacional del Médico de  la Familia, ocasión propicia para resaltar el papel y la contribución de estos profesionales, que en Cuba ocupan un lugar esencial en la atención primaria en nuestro sistema de salud y en el cuidado de la población.