Imagen ilustrativa (Youtube)
Por María Josefina Arce
Hoy 19 de abril es una fecha de gran trascendencia para el pueblo cubano, protagonista hace 63 años de una histórica hazaña. La naciente revolución, liderada por Fidel Castro, propinó una contundente derrota al imperialismo norteamericano en Playa Girón, en la provincia de Matanzas.
Financiados, armados y entrenados por la CIA, Agencia Central de inteligencia, de Estados Unidos, desembarcaron los mercenarios en suelo cubano, con el objetivo de establecer una cabeza de playa y pedir la intervención de las fuerzas del norteño país para restablecer su dominio sobre la nación caribeña, cercenando su soberanía e independencia.
Pero la heroicidad y empeño de los cubanos de defender a la Patria se impuso. Como había señalado Fidel en el sepelio de las víctimas de los bombardeos que antecedieron a la invasión mercenaria, "...por esta revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida".
La invasión de Playa Girón fue uno de los tantos ataques de que ha sido objeto el proceso revolucionario desde su triunfo mismo en enero de 1959, y que han continuado a lo largo de todas estas décadas.
Una de las primeras acciones contra los cubanos fue también el genocida bloqueo económico, comercial y financiero que se mantiene hasta nuestros días, aún cuando el actual presidente estadounidense, Joe Biden, prometió en su campaña electoral cambiar la política hacia Cuba.
Han sido décadas de resistencia y sacrificio, en las que la epopeya de Girón ha acompañado al pueblo para enfrentar todo tipo de agresiones que van desde la guerra biológica, con la introducción por Washington en nuestro territorio de plagas, los intentos de asesinar a los dirigentes de la revolución, ataques contra nuestras sedes diplomáticas en otros Estados, hasta el derribo en pleno vuelo, en 1976, de un avión comercial cubano, con 73 personas a bordo.
A pesar de sus fracasos Estados Unidos no cesa en sus acciones terroristas y en la asignación de fondos con este fin. Se mantienen las campañas de descrédito contra la nación caribeña, a la que Washington, apelando a la mentira, incluye en toda espuria lista para justificar su política de asfixia económica y provocar la destrucción de la revolución.
Hoy el escenario principal de esta guerra no declarada se ha trasladado a las redes sociales, donde se intentan crear estados de opinión negativos sobre la obra de la revolución para desestabilizar al país.
Ahora, denunciaron recientemente medios cubanos de prensa, aprovechando la compleja situación económica del país se intentan reeditar los disturbios de julio de 2021, financiados y promovidos desde territorio estadounidense.
Pero el pueblo tiene bien presente el ejemplo de aquellos cubanos que el 19 de abril de 1961 propinaron una contundente derrota al imperialismo norteamericano. Por eso ha decidido seguir adelante, desafiando las dificultades actuales, agravadas por la hostil política estadounidense.