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Por Guillermo Alvarado

Los franceses están a escasos 10 días de ir a la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas, donde está en juego algo más que el destino del gobierno de Emmanuel Macron, porque por primera ocasión en la historia de ese país la extrema derecha podría dominar el Parlamento.

Como se conoce, el Ejecutivo convocó a comicios adelantados en la Asamblea Nacional, luego de la victoria del partido Unificación Nacional, dirigido por Marine le Pen, aunque su presidente formal es el actual diputado Jordán Bardella, en las recientes votaciones para la Eurocámara.

Fue por lo menos extraña la decisión del jefe del Palacio del Elíseo de llamar a las urnas, justo cuando su principal adversario venía de una sonada victoria y sus huestes se mantienen en estado de gran exaltación.

Incluso sus propios seguidores, entre ellos el ex primer ministro, Édouard Philippe, acusó al mandatario de haber matado la mayoría presidencial de que disfrutaba hasta hoy en la Cámara de Diputados, que le permitió hacer avanzar algunos controvertidos proyectos de ley de corte conservador.

Los sondeos de intención de voto parecen darles la razón hasta ahora a los críticos de Macron.

Recientes encuestas le dan a Unificación Nacional el 34 por ciento de los posibles sufragios, seguido por la amplia coalición del centro y la izquierda, Nuevo Frente Popular, creado hace poco más de una semana, que concita 29 puntos porcentuales de apoyo.

En tercer lugar marcha el grupo Renacimiento, donde están las fuerzas favorables al Elíseo, con 22 por ciento de simpatías.

La Asamblea Nacional está formada por 577 diputados y la mayoría necesaria para aprobar las decisiones en su interior es de 289 escaños.

De ocurrir el caso de que la extrema derecha se alce con este último número de miembros, podría imponer al primer ministro del país y obligaría a Macron a mantener lo que se denomina en ese país como un gobierno de cohabitación, algo que sólo una vez ocurrió en la historia de la Quinta República Francesa.

Además, si el Nuevo Frente Popular obtiene un número alto de representantes y logran mantener unida a la coalición, mantendrían a la ofensiva al ejecutivo durante el resto del mandato presidencial.

Como se puede ver, son muchas las implicaciones que estarán en juego el domingo 30 de junio, con segunda vuelta el 7 de julio en los casos donde no se haya definido un vencedor.

No podemos obviar que en Europa hay una deriva importante hacia la extrema derecha, que ya está empezando a tener efectos en nuestra región.