Kamala Harris. (Imagen de archivo/RHC
Por Guillermo Alvarado
Un nuevo ambiente se respira en el partido Demócrata de Estados Unidos tras el abandono de la carrera por la reelección del presidente Joseph Biden y el arribo de Kamala Harris, quien camina con paso firme hacia la nominación oficial en la convención nacional de esa organización política.
La renuncia de Biden se convirtió en un clamor dentro de sus seguidores, no sólo por su pobre desempeño durante un debate frente a su rival, el polémico magnate inmobiliario Donald Trump, sino porque desde hace tiempo el jefe de la Casa Blanca viene dando muestras de debilidad intelectual.
Las cosas están cambiando de la mano de la actual vicepresidenta, quien asumió su candidatura con inesperada energía y logró entusiasmar a sus seguidores y, lo más importante en ese país, a los donantes que ya aportaron más de 100 millones de dólares para financiar la campaña.
Recordemos que en la potencia norteña las elecciones más que un asunto de simpatía, o empatía entre aspirantes y electores, es cuestión de dinero, de mucho dinero en realidad.
La habilidad para sacarles dólares a los ciudadanos influye mucho en la contienda y se convierte en un poderoso argumento de campaña.
Harris ya mostró sus dotes en este sentido, además de concitar el apoyo de prácticamente la totalidad de la cúpula de su partido, incluyendo al hasta hace poco dubitativo ex presidente Barack Obama y su esposa Michelle, quienes se comprometieron a hacer todo lo posible por conseguir la victoria.
Cuando falta poco más de dos semanas para la convención, hay otras muestras de entusiasmo que se están multiplicando en varios estados de esa nación, y es la afluencia masiva de jóvenes, sobre todo mujeres, para servir de voluntarios en las tareas de proselitismo.
Según publicó el diario mexicano La Jornada, más de 600 personas se presentaron en cada una de las oficinas demócratas de Michigan y Nevada y hay otras 400 “listas para subirse al autobús” y hacer campaña en Nueva Hampshire.
“Existe un renovado entusiasmo en el partido Demócrata por nuestra candidata”, dijo la legisladora de Minnesota, Angie Craig.
Atrás van quedando los tiempos oscuros en que temían que los republicanos no sólo iban a conquistar la Casa Blanca, sino a controlar con mayoría absoluta las cámaras de Representantes y Senadores.
Faltan unos 100 días para los comicios y seremos testigos de las desmesuras oratorias de Trump, quien prometió una tercera guerra mundial si pierde, y si Kamala Harris logra neutralizarlo y mantiene el curso ascendente.
