Los niños sufren temperaturas extremas. Imagen: archivo
por María Josefina Arce
El mundo ha vivido meses de intenso calor. En junio último se registraron temperaturas récords y esa parece ser la tendencia, lo que ha llevado a los expertos a vaticinar que 2024 podría superar a 2023 como el año más caluroso.
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, la temperatura global promedio ha estado 1,5 grados Celsius por encima del nivel preindustrial durante doce meses consecutivos.
Las todavia crecientes emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, resultado de la actividad humana están llevando a temperaturas sofocantes.
Esta situación afecta con especial fuerza a los sectores más vulnerables como mujeres embarazadas, adultos mayores y niños.
Al respecto UNICEF, Fondo de la ONU para la Infancia, alertó que uno de cada 5 menores, unos 500 millones, ha sufrido al menos el doble de días extremadamente calurosos que sus parientes más ancianos.
La agencia de la ONU comparó los datos de la década del 60 del siglo pasado con las temperaturas medias de 2020 al presente año, lo que arrojó un aumento significativo en el número de días con temperaturas por encima de los 35 grados Celsius.
El panorama para la Infancia es más alarmante en naciones de África Occidental y Central, donde buena parte de la población no tiene acceso al agua potable tan necesaria para aliviar el calor y evitar la deshidratación.
Además de que no cuentan en su mayoría con centros educativos y sanitarios preparados para soportar un clima cambiante, en el que las excesivas temperaturas se están convirtiendo en una constante.
Los infantes por tanto, se enfrentan a serios riesgos. UNICEF señala que el estrés térmico puede provocar complicaciones graves, que van desde la desnutrición hasta una mayor vulnerabilidad ante enfermedades como la malaria y el dengue, que ya registran una alta incidencia en el mundo.
Asimismo, la prolongada exposición a temperaturas elevadas puede tener efectos a largo plazo en el neurodesarrollo, la salud mental y el bienestar general de los menores.
El mundo necesita ganar una mayor consciencia, aunar esfuerzos y adoptar de inmediato acciones climáticas, pues está poniendo en peligro a las futuras generaciones.