Foto: AFO

Por: Roberto Morejón.

La Habana, 30 nov (RHC) El triunfo electoral del Frente Amplio en Uruguay tras cinco años en la oposición al gobierno conservador del presidente Luis Lacalle Pou, fue celebrado por militantes y seguidores, aunque pronto el presidente electo, Yamandú Orsi, se dedique de lleno al trabajo.

Es cierto que la coalición de izquierda podía celebrar la victoria de forma prolongada, luego de un arduo trabajo en los barrios y comunidades rurales para explicar el programa de gobierno.

Pero los dirigentes del Frente Amplio consideran que si bien Uruguay es estable tiene problemas que atender, y así lo esperan quienes votaron por el regreso al poder de una fuerza que tiene como referente al popular expresidente José Mujica.

El seguidor de Mujica, Yamandú Orsi, ahora primer mandatario electo como resultado de la segunda vuelta de las elecciones, perfila la transición de gobierno con el estadista saliente, el derechista Luis Lacalle Pou.

Y en el plano externo, Orsi ofreció una clara señal de su óptica latinoamericanista al viajar a Brasil, donde conversó con el presidente Luiz Inacio Lula Da Silva.

Además de abordar las relaciones bilaterales, Orsi y Lula analizaron el avance del polémico acuerdo entre el MERCOSUR, Mercado Común del Sur, y la Unión Europea, frenado en el tiempo y con escollos en Francia.

Quizás los nexos con Brasil y la proyección hacia el MERCOSUR incidan en la economía de Uruguay, con buenos indicadores macroeconómicos, pero con inflación, desigualdad social y aumento de la pobreza.

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Todos esos aspectos se inscriben entre las demandas de la sociedad, de ahí que, según versiones de prensa, el futuro presidente buscará fortalecer los servicios públicos, sin renunciar a hacer más eficiente al Estado.

El otro gran dilema al que atenderá el gobierno del Frente Amplio es el de la seguridad, porque constituyó centro de la campaña electoral de los candidatos, ante la creciente preocupación popular por el impacto de la delincuencia y el narcotráfico.

Sin embargo, el primer mandatario electo, profesor de historia de origen humilde, confía en sostener el diálogo hasta con los opositores en aras de hacer pasar iniciativas en el Congreso.

Para los uruguayos no pasó inadvertido uno de los lemas de la campaña del Frente Amplio, el de que gobierne la honestidad, luego de que durante el gobierno de Lacalle Pou detonaran escándalos de corrupción.

El cambio político en Uruguay se avecina con hechos y no solo con palabras, prometen desde el Frente Amplio.