Foto: @BrunoRguezP
Por Roberto Morejón
Destinada a apropiarse de una prestigiosa marca cubana legítimamente registrada en Estados Unidos, entra en vigor en el país norteño la ley No Marcas Robadas Reconocidas, otra arista del bloqueo.
El saliente presidente Joseph Biden, quien firmó un indulto para amparar a su hijo Hunter, declarado culpable por delitos federales, rubricó la también llamada “ley de marcas robadas”.
El hecho ha sido considerado por Cuba como una maniobra para impedir la renovación de la marca Havana Club en Estados Unidos.
En un capítulo más de las medidas anticubanas y unilaterales de la guerra económica, el gobierno de la nación más rica del planeta busca impedir ingresos por la venta de la prestigiosa bebida.
Y lo hace a pesar de que la empresa Cubaexport posee derechos como titular del registro del Havana Club ante la oficina de Marcas y patentes de Estados Unidos.
El gobierno estadounidense beneficia así a Bacardí, una empresa que disputa el uso de la marca Havana Club, a pesar de registrarse en Estados Unidos en 1976 por la entidad estatal de la mayor de las Antillas.
La nación caribeña defiende con todos los argumentos la producción de la marca en su territorio en asociación con la firma francesa Pernod Ricard.
Havana Club Internacional, la empresa mixta entre Pernod Ricard y Cuba Ron, vende el Havana Club en el mundo, con la excepción de Estados Unidos, al serle vetada esa operación a causa del bloqueo.
De manera que con la firma de Biden se entroniza una ley, aprobada en ambas cámaras, violatoria del Derecho Internacional y del sistema de protección mundial de la propiedad industrial, como alertó el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío.
Todo esto contrasta con la posición de Cuba pues aquí hay 6 mil 448 marcas estadounidenses registradas y mil 177 están en ese proceso, todas protegidas por la autoridad de propiedad industrial.
A pocas semanas de abandonar el cargo, el primer mandatario demócrata lleva la agresión económica a Cuba al terreno de las marcas e impregna el final de su gestión de más tintes agresivos.
Y de paso priva a los estadounidenses de poder saborear el ron Havana Club, hecho en Cuba, galardonado recientemente y por tercer año consecutivo con el premio al World’s Leading Rum Distillery Tour en el World Travel Awards, o sea, los Premios Mundiales del Viaje, certamen realizado anualmente por un jurado de expertos.