Ocupación ilegal de la Base Naval de Guantánamo

por María Josefina Arce

La base naval de Guantánamo, en territorio ocupado ilegalmente por Estados Unidos en el oriente cubano, no es sólo una afrenta a la soberanía de Cuba, sino también a la dignidad del ser humano y un foco de tensión y provocaciones contra la revolución cubana.

Ahora el presidente estadounidense, Donald Trump, pretende convertir el enclave en un gran centro de detención de inmigrantes a los que se ha dado a la tarea de expulsar forzosamente del territorio norteamericano.

Como un acto de brutalidad del nuevo gobierno estadounidense calificó el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, el anuncio del inquilino de la Casa Blanca de ubicar en esa instalación militar a unos 30 mil inmigrantes.

La base tiene ya un triste historial de violaciones de los derechos humanos. En su supuesta lucha contra el terrorismo, Estados Unidos instaló cárceles ilegales en todo el mundo y Guantánamo fue una de ellas.

Este enclave es sinónimo de torturas y abusos, cometidos por Washington contra los detenidos por sus pretendidos vínculos con el terrorismo. Allí se ejercieron todo tipo de prácticas degradantes e inhumanas contra los más de 700 prisioneros.

Privación del sueño, golpizas brutales, descargas eléctricas e hipotermia inducida fueron algunas de las torturas aplicadas.

En una declaración, el Ministerio de Relaciones Exteriores recuerda además, que en ese lugar permanecieron hasta  20 años personas nunca procesadas judicialmente, ni condenadas por ningún delito.

De hecho los sucesivos gobiernos norteamericanos ignoraron las denuncias internacionales sobre derechos humanos, en las que se señalaba que la cárcel de Guantánamo operaba como un agujero negro legal.

A esto se suma que ya en ese enclave funciona el Centro de Operaciones Migratorias que se utiliza para personas que son interceptadas en el mar en su viaje a Estados Unidos y que son mantenidas allí en condiciones similares a las de una prisión, han denunciado organizaciones de derechos humanos.

Pero esa instalación militar se identifica igualmente con todo tipo de agresiones contra el pueblo cubano. Sólo entre 1962 y 1996 se registraron más de 8 mil violaciones territoriales, tanto aéreas como marítimas, y miles de incidentes hostiles.

Cuba y su pueblo reclaman la devolución del territorio ocupado ilegalmente por Estados Unidos, que constituye además una amenaza para la seguridad y la estabilidad  de América Latina y el Caribe, proclamada en 2014 en La Habana como zona de paz por la Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.